Tanita Tikaram edita 'Sentimental', un disco "sin una gota de electrónica"

El de Tanita Tikaram, nacida hace 35 años en Münster (Alemania), de padre indio y madre malaya, fue uno de esos casos de talento precoz y éxito atosigante. Su primer disco, Ancient heart (1988), despachó cuatro millones de ejemplares en medio mundo y le reportó una popularidad a veces embarazosa: ninguno de sus cinco álbumes posteriores, desde The sweet keeper (1990) a The capuccino songs (1998), obtuvo una acogida similar. Ahora, tras siete años de retiro voluntario en Italia, donde ha estado aprendiendo a tocar el piano, regresa con su trabajo más personal e intimista....

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El de Tanita Tikaram, nacida hace 35 años en Münster (Alemania), de padre indio y madre malaya, fue uno de esos casos de talento precoz y éxito atosigante. Su primer disco, Ancient heart (1988), despachó cuatro millones de ejemplares en medio mundo y le reportó una popularidad a veces embarazosa: ninguno de sus cinco álbumes posteriores, desde The sweet keeper (1990) a The capuccino songs (1998), obtuvo una acogida similar. Ahora, tras siete años de retiro voluntario en Italia, donde ha estado aprendiendo a tocar el piano, regresa con su trabajo más personal e intimista.

Tikaram es tímida y risueña. Le horroriza pensar que alguien pueda reconocerla en la terraza de la Castellana madrileña donde se desarrolla la conversación, y acaba reconociendo que su aspecto cansado se debe a que no ha pegado ojo. Sin embargo, se siente cómoda repasando los 10 temas que conforman este Sentimental, su séptimo trabajo. "Creo que es el álbum más adecuado para este momento de mi vida, un puñado de canciones emocionalmente sinceras, intensas y orgánicas. Pero no por fuerza confesionales: me aburren esos discos que pretenden ser el diario de su autor".

Dice no haber sido muy consciente de que transcurrían siete temporadas desde su anterior publicación. "Ha sido un periodo en el que no tenía en la cabeza la idea de grabar ningún disco. Prefería aprender italiano, tocar el piano, pensar en mí como ser humano y no como personaje público. Supongo que el cuerpo cambia y que la crisis de los 30 ha tenido algo que ver en todo esto...".

Una voz profunda

En los temas de Sentimental abundan los ambientes reflexivos y pausados, un entorno muy propicio para la inconfundible voz profunda de Tanita. Los arreglos son gentileza de Daniela Ronconi, que ha hecho hincapié en cuerdas y vientos. "Ella ha acentuado la mediterraneidad de este disco, que a veces puede sonar a película italiana antigua", comenta Tikaram, orgullosa de que su nueva obra no incluya "una sola gota" de electrónica. "Supongo que Sentimental encaja bien en este creciente movimiento de música más natural, aunque no fuera una intención preconcebida. Desde luego, sólo he pretendido parecerme a mí misma. No me une nada con Norah Jones, salvo que las dos tenemos padres indios. Pero el mío no toca el sitar...", bromea en alusión a Ravi Shankar.

Como sorpresa adicional, dos de los nuevos temas de la autora de Twist in my sobriety o Cathedral song cuentan con la aportación vocal de Nick Lowe. "Pensé que su presencia en el disco podía resultar muy sugerente. Me divierten mucho esos coros que grabó para Don't let the cold, en los que canta como si fuera un viejecito".

Tanita Tikaram prepara sin prisas la presentación en directo de su nuevo repertorio, que la debe traer a España el próximo otoño. "El directo me produce cierta ansiedad. A menudo sueño que se me olvidan las letras en mitad de la actuación y que nadie aplaude".

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