La polémica Jane Fonda sigue firme

Con la publicación de la autobiografía de Jane Fonda, My life so far, volvió el recuerdo de una guerra como la de Vietnam que se niega a morir y en la que la actriz fue una figura destacada por su oposición al conflicto. "Pero nunca me han gustado los quejicas y si te comprometes a levantar la voz por lo que crees tienes que soportar lo bueno y lo malo", admitió la legendaria estrella estadounidense de 67 años. Lo bueno incluye una vuelta a la vida pública con su primera película en 15 años, Monster in Law, y un libro del que fluyen los recuerdos de una infancia marcada po...

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Con la publicación de la autobiografía de Jane Fonda, My life so far, volvió el recuerdo de una guerra como la de Vietnam que se niega a morir y en la que la actriz fue una figura destacada por su oposición al conflicto. "Pero nunca me han gustado los quejicas y si te comprometes a levantar la voz por lo que crees tienes que soportar lo bueno y lo malo", admitió la legendaria estrella estadounidense de 67 años. Lo bueno incluye una vuelta a la vida pública con su primera película en 15 años, Monster in Law, y un libro del que fluyen los recuerdos de una infancia marcada por la fama de su padre (el actor Henry Fonda) y el suicido de su madre (Frances Seymour), tres matrimonios fallidos y su lucha contra la guerra del Vietnam (1965-1973). Lo malo es el escupitajo que le plantó esta semana en la cara un airado veterano de la guerra de Vietnam mientras firmaba una copia del libro. O la marea de obscenidades que puede leer en Internet en foros conservadores como Freepublic.com, donde lo más agradable que dicen de Fonda es que esperan que fracase, tanto con su libro como con su película y en su vida en general. "Son cosas que me entristecen porque se trata de una ira equivocada", acepta calmada. "Pero comprendo que soy pararrayos de una furia que sé por qué está ahí", añade. My life so far dedica un capítulo a explicar ese momento, esos dos segundos de falta de juicio que la llevaron a sentarse en una batería antiaérea durante su viaje a Hanoi en 1972 en aras de la paz. Como asegura el periodista conservador Kevin Craver en otra de estas páginas ofensivas contra Fonda, rathergate.com, la foto de la joven actriz riéndose en Hanoi fue para el movimiento pacifista lo que significó para la II Guerra Mundial la imagen de Iwo Jima. Fonda se ha disculpado en repetidas ocasiones. En 1988, 16 años después del viaje, difundió su arrepentimiento por "la falta de juicio y tacto" cuando permitió la instantánea. Ahora, otros 17 años después de esa disculpa, Fonda cuida las palabras con las que se retracta de nuevo de aquellos hechos. "Si me utilizaron, yo dejé que pasara. Fue culpa mía y he pagado y continúo pagando un alto precio por ello", escribe. Pero sigue firme: "Seguiré haciendo todo lo humanamente posible porque haya paz en vez de guerra".-

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