Un lesionado sin medicinas

El danés Thomas Gravesen, centrocampista del Madrid, se lesionó el tobillo derecho hace una semana. La suya es una lesión dolorosa que compromete un puesto particularmente sensible en el equipo. Pero Gravesen, que se perdió el partido contra el Levante y podría perderse el encuentro con el Villarreal, es un naturista inquebrantable cuando de fármacos se trata. Si le duele, prefiere no emplear medicamentos sintetizados para calmar su pena. Si sufre una inflamación, tampoco.

Gravesen tiene un esguince en la intersección de la tibia con el peroné, en una zona delicada, "puñetera", que dice...

El danés Thomas Gravesen, centrocampista del Madrid, se lesionó el tobillo derecho hace una semana. La suya es una lesión dolorosa que compromete un puesto particularmente sensible en el equipo. Pero Gravesen, que se perdió el partido contra el Levante y podría perderse el encuentro con el Villarreal, es un naturista inquebrantable cuando de fármacos se trata. Si le duele, prefiere no emplear medicamentos sintetizados para calmar su pena. Si sufre una inflamación, tampoco.

Gravesen tiene un esguince en la intersección de la tibia con el peroné, en una zona delicada, "puñetera", que dicen los especialistas, para conseguir una curación rápida. Estas lesiones suelen ser dolorosas, pero Gravesen es un caso rarísimo en el deporte profesional. Rechaza los medicamentos tanto como los productos que contengan aditivos químicos. Su posición es tan radical que está dispuesto a perderse un partido de fútbol importante con tal de no tener que infiltrarse y jugar anestesiado.

La pasión de Gravesen es el fútbol. Durante los entrenamientos se exalta tanto que no ha faltado la ocasión en que sus compañeros se mueran de risa de él. No conciben semejante derroche de energía por cualquier balón perdido, pero la mayoría toma analgésicos con más alivio que repugnancia. Gravesen, no.

Gravesen es naturista, que no naturalista, ni afecto, como tantos nórdicos, a la comida vegetariana. Si Breitner cuidaba su organismo comiendo sólo verduras, Gravesen lo hace evitando acudir a la farmacia. Para los alimentos, el medio centro madridista no tiene problemas. Al contrario. Tras los partidos, suele echar mano de cosas como la pizza congelada: un golpe de horno y problema nutricional resuelto.

Gravesen hace como en su país, donde el consumo de fármacos está mucho más restringido que en España. En Dinamarca, tener un botiquín casero de aspirinas, analgésicos y antiinflamatorios es poco menos que una excentricidad. Llevada al extremo, esta costumbre tiene en Gravesen a su representante.

Los médicos del Madrid consideran que Gravesen está cumpliendo sus plazos de recuperación. Que no tome medicamentos, aseguran, no supone un obstáculo en la terapia. El jugador ha continuado haciendo lo fundamental: el trabajo de fisioterapia en el gimnasio. Si ha sentido molestias o dolores lo ha aguantado.

Tras el partido contra el Villarreal, el puesto de Gravesen parece cubierto. El canterano Borja jugó el pasado domingo y se perfila para jugar el próximo sábado. Borja, que viene del Madrid B, donde coincidió con futbolistas como Valdo, está disfrutando de su primera temporada completamente dedicado al primer equipo.

Ayer, Borja opinó en una conferencia de prensa que él y sus compañeros se sienten discriminados por la prensa, más propensa a elogiar a figuras como Ronaldo o Casillas, que a celebrar a otros: "Nos molesta que sólo se encumbre a dos jugadores. Para que Ronaldo haga goles tiene que haber trabajo detrás y que alguien le de el pase de gol. Su primer gol es una jugada de Michel Salgado de la que no se dice nada".

Helguera, hospitalizado

Iván Helguera, defensa del Madrid, fue hospitalizado ayer después de que se le diagnosticara una gastroenteritis el domingo pasado. El jugador, que debió permanecer en el banquillo ante el Levante, regresó a Madrid enfermo. Ayer seguía sin recobrarse y no acudió al entrenamiento. Los médicos del club decidieron internarlo para rehidratar su organismo y analizar el origen de la dolencia.