Reportaje:FÚTBOL | Liga de Campeones

Hiddink rescata el espíritu del 88

Como hace 17 años, el técnico holandés lleva al PSV a la élite europea

Los seguidores del PSV Eindhoven recuerdan el año más glorioso de su equipo, el de 1988, con una mezcla de nostalgia e ilusión. Como hace 17 años, el conjunto holandés vuelve a ser protagonista en Europa tras alcanzar las semifinales de la Champions en un momento en el que no partía como favorito. Y, como entonces, algunos hechos se repiten en su trayectoria. Para empezar, el mismo técnico, Guus Hiddink, ocupa el banquillo. También, como hace 17 temporadas, el PSV lucha contra el dominio de los equipos ingleses e italianos. Y, como en 1988, la fortuna parece su aliada.

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Los seguidores del PSV Eindhoven recuerdan el año más glorioso de su equipo, el de 1988, con una mezcla de nostalgia e ilusión. Como hace 17 años, el conjunto holandés vuelve a ser protagonista en Europa tras alcanzar las semifinales de la Champions en un momento en el que no partía como favorito. Y, como entonces, algunos hechos se repiten en su trayectoria. Para empezar, el mismo técnico, Guus Hiddink, ocupa el banquillo. También, como hace 17 temporadas, el PSV lucha contra el dominio de los equipos ingleses e italianos. Y, como en 1988, la fortuna parece su aliada.

Hiddink coronó al PSV de Koeman, Gerets y Van Breukelen como campeón de Europa pese a no ganar ningún partido desde los octavos de final: cinco empates consecutivos entre los cuartos (Girondins de Burdeos), las semifinales (Real Madrid) y la final (Benfica) que le sirvieron gracias al valor doble de los goles en campo contrario o a su acierto en los penaltis, como en el partido decisivo. El miércoles volvió a igualar en los cuartos ante un equipo francés, el Lyón, en los dos choques y pasó de ronda desde los 11 metros, un punto desde el que Hiddink es un experto: ganó la Copa de Europa de 1988, cayó como seleccionador de su país en los cuartos del Europeo de 1996 y en las semifinales del Mundial de 1998 y volvió a vencer en unos cuartos mundialistas como técnico de Corea del Sur en 2002 y ante España. "Pongo especial énfasis en eso", admite el técnico, que el miércoles obligó a su jugador Bouma a lanzar un penalti.

El mérito de Hiddink es mayor si cabe tras la marcha a Inglaterra de los tres delanteros del PSV del curso pasado: Kezman y Robben, al Chelsea, y Rommedahl al Charlton. Así que, como en 1988, el equipo empezó sin muchas esperanzas europeas. Pero eliminó al Estrella Roja en la previa de agosto y comenzó a subir escalones. "Es impensable la evolución del equipo y lo que ha logrado. El grupo ha aprendido rápidamente y no tiene grandes egos, sino el deseo común de funcionar bien", explica Hiddink.

El técnico reforzó el conjunto con un jugador casi desconocido por línea -el meta Gomes, el defensa Álex, el medio Beasley y el delantero Jefferson-, repescó a Cocu del Barça -"ha dado experiencia y es muy ambicioso"- y otorgó el timón a Van Bommel, un excelente centrocampista de 27 años al que no quita ojo el Barça, que también hace años pescó en Eindhoven: fichó a Koeman en 1989. El PSV, que no llegaba a los octavos desde 1999, se ha aupado a la élite con esos mimbres.

A sus 58 años, Hiddink, ex del Valencia, el Madrid y el Betis, es adorado en el PSV y en la ciudad de la Philips. El equipo es líder de su Liga y semifinalista en la Copa y en la Champions. Ha devuelto la ilusión a la grada y ha puesto de nuevo al conjunto en la escena internacional. Como en el 88.

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