El órdago de López Ricondo
La renuncia de Juan Carlos Pastor al cargo de seleccionador en beneficio del puesto de entrenador del Valladolid es un revés personal para Jesús López Ricondo, el presidente de la federación española. Ni el vicepresidente, Augusto del Castillo, ni el resto de directivos "pueden comentar nada" sobre la decisión de Pastor de dirigir al club castellano-leonés hasta 2008 "ya que fue López Ricondo quien llevó las negociaciones en persona", según Del Castillo.
Tres semanas después de que Garralda, el capitán español, alzara en Túnez el trofeo de campeones del mundo tras derrotar a Croacia, Ló...
La renuncia de Juan Carlos Pastor al cargo de seleccionador en beneficio del puesto de entrenador del Valladolid es un revés personal para Jesús López Ricondo, el presidente de la federación española. Ni el vicepresidente, Augusto del Castillo, ni el resto de directivos "pueden comentar nada" sobre la decisión de Pastor de dirigir al club castellano-leonés hasta 2008 "ya que fue López Ricondo quien llevó las negociaciones en persona", según Del Castillo.
Tres semanas después de que Garralda, el capitán español, alzara en Túnez el trofeo de campeones del mundo tras derrotar a Croacia, López Ricondo fue reelegido el 28 de febrero. Ricondo, fundador de la Liga Asobal en 1989 y presidente de la federación de balonmano ininterrumpidamente desde 1997 -ya la comandó entre 1990 y 1992-, se impuso a su único adversario en las elecciones, Chechu Fernández Conde, por 46 votos a favor por 31 en contra. Fernández fue uno de los que más criticaron la elección de Pastor, hasta el punto de afirmar, antes del Mundial, que si salía elegido nombraría seleccionador a Valero Rivera.
"Uno de los primeros asuntos que voy a acometer serásolucionar la contratación de Juan Carlos Pastor como seleccionador", aseguró entonces Ricondo. Pastor permaneció dos meses en el cargo, y el mandato de López Ricondo expira en 2008. Ayer, los intentos de contactar con el presidente de la federación habían resultado infructuosos. Jesús López Ricondo, de Semana Santa en Cantabria, se pasó la tarde jugando al mus.