El postre de la Expo de Zaragoza
El 2008 sabe a agua dulce, no podía ser de otra forma. Poco a poco, la creación de Daniel Cascán, un cocinero de 29 años, que imparte sabiduría en el restaurante Campo del Toro, de Zaragoza, se abre camino en la carta. Cascán ideó su exquisitez -que reproduce el logotipo de la ciudad ZH2O y sus colores blanco y azul- antes de ser nominada la ciudad. Luego ya comenzó a presentarlo. El postre se compone de cinco elementos y en todos -no podía ser de otra manera- hay agua: una base de bizcocho de chocolate blanco, sobre la que descansa un sorbete de limón para aguantar sobre él un granizad...
El 2008 sabe a agua dulce, no podía ser de otra forma. Poco a poco, la creación de Daniel Cascán, un cocinero de 29 años, que imparte sabiduría en el restaurante Campo del Toro, de Zaragoza, se abre camino en la carta. Cascán ideó su exquisitez -que reproduce el logotipo de la ciudad ZH2O y sus colores blanco y azul- antes de ser nominada la ciudad. Luego ya comenzó a presentarlo. El postre se compone de cinco elementos y en todos -no podía ser de otra manera- hay agua: una base de bizcocho de chocolate blanco, sobre la que descansa un sorbete de limón para aguantar sobre él un granizado de agua, elaborado con agua, azúcar y el "secreto" que le da el color azul y el sabor y que tapiza el fondo sobre el que se presentan las letras del logotipo, elaboradas con merengue al que se añade agua y gelatina y se deja deshidratar. La guinda la pone una lágrima líquida de caramelo transparente hecho con agua, azúcar y glucosa y trabajado a mano. La creación ha tenido ya catadores como el director de la Universidad italiana de Ciencias Gastronómicas, Vittorio Manganelli; el canciller alemán, Gerhard Schröder, o el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.