Necrológica:

Carmen Echeverría Ceresuela, presidenta de Chocolates Lacasa

Carmen Echeverría Ceresuela murió en Zaragoza a los 91 años de edad tras haber batallado durante toda su vida al frente de una empresa, Chocolates Lacasa, creadora de productos tan familiares como los Lacasitos o los Conguitos.

Desde el año 1957, esta emprendedora tuvo que hacerse cargo de un negocio, que cumplió 150 años en el 2002. Entonces la empresa organizó una celebración que contó con la presencia del príncipe de Asturias, el 28 de noviembre de ese año, a la fábrica que tiene la empresa en Utebo (Zaragoza).

En ese tiempo Carmen Echeverría acudía a su negocio, seguía trabaj...

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Carmen Echeverría Ceresuela murió en Zaragoza a los 91 años de edad tras haber batallado durante toda su vida al frente de una empresa, Chocolates Lacasa, creadora de productos tan familiares como los Lacasitos o los Conguitos.

Desde el año 1957, esta emprendedora tuvo que hacerse cargo de un negocio, que cumplió 150 años en el 2002. Entonces la empresa organizó una celebración que contó con la presencia del príncipe de Asturias, el 28 de noviembre de ese año, a la fábrica que tiene la empresa en Utebo (Zaragoza).

En ese tiempo Carmen Echeverría acudía a su negocio, seguía trabajando en una empresa familiar en la que se emplean más de 700 personas para fabricar marcas como los Lacasitos, Uña, Mauri o Conguitos que se venden en más de 40 países.

Carmen nació en Zaragoza en 1914, con apenas 43 años, en 1957, se hizo cargo de la empresa que había fundado en Jaca, en 1852, Antonio Lacasa. Su hijo siguió la saga, pero limitó la producción al chocolate y café. La traspasó a su hijo con el nombre de Lacasa y en 1885 recibió la primera distinción a la calidad de sus productos en la Exposición Aragonesa.

Cuando terminó la Guerra Civil sus herederos, Joaquín y José María, trasladan la empresa de Jaca a Zaragoza.

Durante la década de los años cuarenta, y para hacer frente a la difícil situación económica, la compañía buscó nuevas soluciones comerciales, entre las que destacaron el turrón para pastelerías, los bombones hechos a mano y, sobre todo, el turrón de chocolate con almendras.

En los cincuenta la tragedia se abatió sobre la familia, murieron los dos hermanos y Carmen se hizo cargo de Lacasa. Quedó sola con cinco hijos pequeños y se vio obligada a asumir el negocio. Isabel Julián, presidenta de la Asociación de Mujeres Empresarias de Aragón la recordaba como "una excelente gestora, una pionera que no dejó de trabajar nunca. Llevaba siempre un lápiz y una pequeña agenda para anotar todo".

Es cierto que Carmen Echeverría heredó una empresa perfilada "pero no lo es menos que supo imprimirle sentido común y una gestión muy eficaz. Todos sus hijos han pasado por ella, les fue colocando en los puestos que ella creía iban con su perfil".

Carmen amplió el negocio con la compra de tres pequeñas empresas locales: Cafés Urbez, Caramelos Nice y una estuchadora de azúcar, Viuda de Guedea. En 1972 constituyó la sociedad mercantil Lacasa, SA, que ella presidía y nombró a sus cinco hijos accionistas. En 1979 se abrió una nueva fábrica en Utebo (Zaragoza).

En 1982 crearon los Lacasitos se expandieron hacia Portugal y en los noventa continuaron con su expansión hacia Argentina y en este siglo hacia Francia.

En mayo de 1998 le fue otorgada a Carmen Echeverría la Encomienda de Número de la Orden del Mérito Agrario, Pesquero y Alimentario y en el año 2003 recibió la medalla de oro del Mérito al Trabajo que recogió personalmente.

"Era discreta, culta, amaba la música, leer y viajar. Escuchaba con atención. Si le convencías te ayudaba", recuerda Isabel Julián. "Cuando hace ocho años arranqué como presidenta de las empresarias abrí la puerta a las seniors, a quienes eran nuestro ejemplo, a mujeres que batallaron en tiempos difíciles. Entraron ella y María de Ávila, la farmacéutica Enriqueta Castejón y Ana Gracia, del estudio JR Santamaría. Fue todo un acierto contar con ellas", añadió.-

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