FÚTBOL | 27ª Jornada de Liga

"Creo que he cubierto una etapa"

Ernesto Valverde dejará el Athletic en junio porque "intuye" que es lo mejor para todos

El técnico del Athletic, Ernesto Valverde, anunció ayer en rueda de prensa que no seguirá la próxima temporada al frente del equipo rojiblanco argumentando que su decisión se basa única y exclusivamente en motivos personales. "Ser entrenador, y especialmente, ser entrenador del Athletic, necesita un plus de energía, frescura y motivación que creo que a mí me puede faltar de cara a la próxima temporada", afirmó Valverde, que aseguró que se trata posiblemente "de la decisión más difícil" que ha adoptado en toda su carrera. Valverde quiso dejar muy claro que su decisión no está motivada ni...

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El técnico del Athletic, Ernesto Valverde, anunció ayer en rueda de prensa que no seguirá la próxima temporada al frente del equipo rojiblanco argumentando que su decisión se basa única y exclusivamente en motivos personales. "Ser entrenador, y especialmente, ser entrenador del Athletic, necesita un plus de energía, frescura y motivación que creo que a mí me puede faltar de cara a la próxima temporada", afirmó Valverde, que aseguró que se trata posiblemente "de la decisión más difícil" que ha adoptado en toda su carrera. Valverde quiso dejar muy claro que su decisión no está motivada ni "por condicionantes económicos o de duración del contrato" que le ofreció el club en la oferta de renovación que le dirigió el pasado 10 de febrero. También negó que cuente "con ofertas de otros clubes" y aseveró que su decisión "no se basa en posibles desavenencias, ni con el presidente ni con la Junta Directiva".

Como se esperaba la explicación de Ernesto Valverde fue políticamente correcta, alejándose de todos los dimes y diretes que han acompañado su trabajo desde que Fernando Lamikiz accedió a la presidencia del club. Desde entonces, uno tras otro, han ido saliendo del Athletic casi todos los directivos de la anterior Junta, encabezada primero por Javier Uria y tras su fallecimiento, por Ignacio Ugartetxe. A fecha de hoy, sólo el gerente, Pedro Manzanedo, resiste el cambio de nombre en la entidad rojiblanca.

Valverde, sin embargo, ha sido el caso más extremo. El todavía entrenador del Athletic desligó su decisión de cualquier desavenencia puntual, algo que sin embargo ha abundado en los últimos meses. El presidente Fernando Lamikiz no se cortó al calificar públicamente de fracaso la eliminación de la Copa de la UEFA, ante el Austria de Viena, o al inscribir al equipo en la Intertoto, inmediatamente, contra la opinión del entrenador y de algunos responsables deportivos del club. Valverde, fiel a su guión, no obstante, señaló ayer que su decisión "puede ser difícil de entender y parecer que hay algo escondido" y dar lugar a elucubraciones. "Sé que es un tema jugoso para los medios de comunicación, pero esta decisión tiene que ver todo conmigo y nada con el resto", señaló.

Según Valverde, la decisión estaba estructura incluso antes del 10 de febrero cuando Lamikiz le presentó su primera oferta de renovación. Ya entonces Valverde dudaba tanto que prácticamente había tomado su decisión de abandonar el club el 30 de junio. Valverde llegó a hablar ayer de "intuición" para explicar su argumento de haber cubierto una etapa en dos años como máximo responsable del primer equipo. "Hace dos años me marqué como objetivo que la afición recuperase la ilusión por el juego del Athletic y a lo largo de este tiempo se ha conseguido y además creo que se va a mantener y va a ir a más", señaló. Además, se propuso "recobrar esa ilusión respecto a los resultados del equipo", y considera que todos pueden estar satisfechos en este aspecto, tras lograr que el equipo disputase esta temporada tres competiciones.

Objetivos cumplidos

Oficialmente, Valverde se va por haber cumplido sus objetivos, aunque en el ambiente pesa el interrogante de saber cuáles son los motivos que le han restado ese plus de energía que reclama para seguir al cargo del primer equipo. Y el análisis devuelve, inmediatamente, el debate a las distintas direcciones que han llevado técnico y presidente en sus meses de convivencia. El presidente ha exigido finales (de Copa de la UEFA y Copa del Rey), sigue reclamando un puesto en la Liga de Campeones, vendiendo una ilusión que contrasta con la realidad de una plantilla que se siente agotada. Los jugadores del Athletic, en declaraciones recientes, también han señalado su incomodidad por el exceso de partidos y el exceso de responsabilidad que se les ha exigido en este tiempo. Los deseos del presidente, recogidos por la afición más furibunda, han exigido una sobrecarga que ha frenado en buena medida las rotaciones y la incursión de nuevos futbolistas.

Lamikiz, sin embargo, ayer seguía sosteniendo que "Valverde era para nosotros el entrenador ideal" y solicitando respeto para su decisión personal. Sin embargo, en Bilbao se sabe desde hace tiempo que el perfil de Valverde no era del gusto de un presidente ansioso de acometer decisiones deportivas tras la reestructuración interna del club que recibió de sus antecesores. Algunos, en el club, ya pensaban que la marcha de Valverde no era un problema "porque el trabajo ya está hecho".

Valverde se despide de los medios de comunicación, desde el coche, al término de la conferencia de prensa.LUIS ALBERTO GARCÍA

El final del desencuentro

De "entrenador en prácticas" se le calificó a Ernesto Valverde cuando Andoni Zubizarreta le confió la pasada temporada el mando del Athletic. De "entrenador de segundo plato" le calificaron otros, al anunciar que el Athletic había fracasado en su intento de convencer a otros entrenadores que dijeron no. La vida en el Athletic no fue fácil para el ex futbolista del Sestao, Espanyol, Barcelona, Athletic y Mallorca, que además recibió el encargo de promover un recambio generacional que ninguno de sus más recientes antecesores quiso asumir.

Valverde, cuando era adjunto de Zubizarreta, siempre señalaba que había cantera, que los chicos de Lezama sólo necesitaban confianza y minutos. Y se puso manos a la obra. Yeste y Del Horno, que ya estaban, han crecido con él como futbolistas, la eclosión de Iraola ha sido monumental, ha nacido Casas (olvidado en el Bilbao Athletic), resulta que Solabarrieta es válido, que Jonan García puede jugar, que Murillo es titular, que Llorente ha encontrado su lugar y es la nueva figura en ciernes.

Pero el Athletic es autofágico y ha dejado al entrenador solo en su trabajo. Cuando Valverde pide calma y futuro, el presidente pide títulos y presente. Y el presidente califica de fracaso caer en dieciseisavos de final de la UEFA. Entre Valverde y Lamikiz ha habido desencuentro, más que desavenencias. Algo así como el que se origina entre el que construye la gabarra y el que quiere subirse en ella. Todo un desencuentro.

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