FÚTBOL | 26ª jornada de Liga

Aimar halla en Antonio López al primer técnico del Valencia que confía en él

Aimar, de 25 años, sabe al fin que hay alguien en el banquillo que confía plenamente en él: Antonio López, el nuevo entrenador del Valencia, que ya le consideró uno de sus favoritos cuando ejerció de ayudante de Rafa Benítez en los últimos tres cursos. Fue precisamente López quien lo acunó cuando el argentino recibió mensajes desalentadores por parte del actual técnico del Liverpool.

Nunca se quejó públicamente Aimar a pesar de que no contó hasta ahora, desde que llegó a Mestalla en diciembre de 2000, con el respaldo de ninguno de los sucesivos entrenadores del equipo: Héctor Cúper, Ben...

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Aimar, de 25 años, sabe al fin que hay alguien en el banquillo que confía plenamente en él: Antonio López, el nuevo entrenador del Valencia, que ya le consideró uno de sus favoritos cuando ejerció de ayudante de Rafa Benítez en los últimos tres cursos. Fue precisamente López quien lo acunó cuando el argentino recibió mensajes desalentadores por parte del actual técnico del Liverpool.

Nunca se quejó públicamente Aimar a pesar de que no contó hasta ahora, desde que llegó a Mestalla en diciembre de 2000, con el respaldo de ninguno de los sucesivos entrenadores del equipo: Héctor Cúper, Benítez y Claudio Ranieri. Este último incluso llegó a justificar su desconfianza con que no se iban a equivocar sus dos predecesores y él. O tal vez sí.

A la primera oportunidad que tuvo Aimar de agradecer a López su apoyo, la bordó ante el Betis (2-1), en una de sus mejores actuaciones. Y, tras el partido, se mostró, en contra de su costumbre, entusiasta y dicharachero: "Yo estoy, y Antonio [López] lo sabe, muy contento de que esté él. Eso no me lo puedo guardar".

La única obligación que tiene ahora Aimar es divertirse. "Claro que hemos disfrutado", remató Aimar, que ha pasado unos meses sometido a las decisiones caprichosas de Ranieri, que lo metía y lo sacaba del grupo, lo enviaba a las bandas porque prefería para la media punta a Fiore o, simplemente, manifestaba que es demasiado frágil para jugar tres partidos seguidos por pesar 60 kilos. Fue en una entrevista a este periódico, en diciembre, cuando el italiano aireó lo que pensaba del jugador.

Marchena, hasta 2011

De ahí que el choque ante el Betis fuese como si se abriera una olla a presión en la que había estado metido no sólo el equipo, sino también la hinchada, extasiada ante la espectacular metamorfosis.

El cambio del semblante de Aimar, que lleva un tanto y cinco pases de gol, se dio también en mayor o menor medida en el resto de sus compañeros. Por eso parece mano de santo el trabajo de Antonio López. ¿Qué les dijo antes del encuentro a los jugadores? "Que creyéramos en nosotros mismos", explicó Mista, "porque en tan poco tiempo no se nos podía haber olvidado todo".

"Jugamos ordenados, más juntos que antes, y fuimos a por el partido", añadió el delantero murciano, autor del segundo tanto de su equipo, el sexto de los suyos. López insistió en que debían recuperar las señas de identidad de los tres cursos anteriores. Y se recuperaron.

Por otra parte, el Valencia anunció ayer que ha ampliado el contrato de su defensa Marchena, que finalizaba en 2006, hasta 2011.

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