"Estamos dispuestos a pagar lo que sea por aclararlo"

"Si hubiera sabido esto ya lo habría arreglado con el Ayuntamiento. Aquí hay muchas casas ilegales, fuera de ordenación; pagas lo que salga del expediente sancionador y ya está", asegura Eduardo Fernández al referirse a la edificación ilegal en construcción, junto al pantano de Bárcena en una finca de la que ni él ni su familia son propietarios en su totalidad, situada en un área no urbanizable, según el plan de ordenación urbana vigente.

Ésta es la idea que tiene Eduardo Fernández, abogado, de 37 años, casado y con dos hijos, máximo responsable de la ordenación urbanística de la provin...

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"Si hubiera sabido esto ya lo habría arreglado con el Ayuntamiento. Aquí hay muchas casas ilegales, fuera de ordenación; pagas lo que salga del expediente sancionador y ya está", asegura Eduardo Fernández al referirse a la edificación ilegal en construcción, junto al pantano de Bárcena en una finca de la que ni él ni su familia son propietarios en su totalidad, situada en un área no urbanizable, según el plan de ordenación urbana vigente.

Ésta es la idea que tiene Eduardo Fernández, abogado, de 37 años, casado y con dos hijos, máximo responsable de la ordenación urbanística de la provincia de León, de cómo se hacen las cosas en el Ayuntamiento de Ponferrada.

"Me he dirigido al catastro y a la Fundación [Fustegueras] y todavía falta que justifiquen que la finca es suya, que alguien diga quién es el propietario y quién está pagando. Estamos dispuestos a pagar lo que sea por aclarar esto", puntualiza. "Nadie ha reclamado nada en 30 años, incluso la Fundación", agrega.

Fernández no pudo aclarar a este periódico porqué no ha pagado la contribución de la finca en estos años, ni se preguntó nunca quien pagaba lo que él y su familia disfrutaban, a pesar de que en los últimos años se han realizado en el municipio de Ponferrada al menos dos revisiones catastrales.

El pasado lunes, Fernández inició el proceso administrativo para inscribir en el catastro provincial la totalidad de la finca a su nombre, sin poder aportar ningún documento que demuestre que él es el dueño.

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