FÚTBOL | Tercera División

Un campo con vistas

2.000 hinchas acuden al Tartiere para ver jugar al Oviedo en el estadio de enfrente

El Real Oviedo sigue salpicando su paso por la Tercera División con escenas pintorescas. Ayer, por ejemplo, logró reunir más espectadores en su estadio que el equipo lanzado desde el Ayuntamiento para sustituirlo, el Oviedo ACF, que oficiaba de local. Da la casualidad de que uno de los fondos del majestuoso Carlos Tartiere está a menos de 100 metros del modesto campo de su rival, el Hermanos Llana. Resultado en las gradas: Tartiere, 2.000; Llana, 700. En el terreno de juego, Oviedo ACF, 1; Real Oviedo, 3.

A falta de atractivos futbolísticos, la afición del Real Oviedo ha adquirido un pr...

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El Real Oviedo sigue salpicando su paso por la Tercera División con escenas pintorescas. Ayer, por ejemplo, logró reunir más espectadores en su estadio que el equipo lanzado desde el Ayuntamiento para sustituirlo, el Oviedo ACF, que oficiaba de local. Da la casualidad de que uno de los fondos del majestuoso Carlos Tartiere está a menos de 100 metros del modesto campo de su rival, el Hermanos Llana. Resultado en las gradas: Tartiere, 2.000; Llana, 700. En el terreno de juego, Oviedo ACF, 1; Real Oviedo, 3.

A falta de atractivos futbolísticos, la afición del Real Oviedo ha adquirido un protagonismo exagerado en las dos últimas temporadas, tras el doble descenso del equipo, el deportivo a Segunda B y el administrativo a Tercera. Más de 12.000 personas se rebelaron contra el alcalde de la ciudad, Gabino de Lorenzo, que dio por muerto un club con más de 75 años de historia e intentó suplantarlo a partir del Astur, otro histórico de la ciudad, al que le cambió el nombre (Oviedo ACF) y hasta los colores (la camiseta roja por la azul del Oviedo de siempre).

Después del apoyo popular llegó el éxito del proceso de suspensión de pagos, que eliminó unos 30 millones de euros de deuda sobre un total de 42, y ahí sigue el Real Oviedo, en Tercera pero con mejores perspectivas de futuro que otros clubes endeudados hasta las cejas. La situación dio un vuelco tan grande que hasta el propio alcalde dio marcha atrás hace un par de meses y retiró el apoyo al ACF para devolvérselo al Real Oviedo.

El clima de crispación de la pasada temporada se ha rebajado notablemente, pero el oviedismo no olvida. Por eso, para evitar incidentes, la directiva del ACF decidió no poner entradas a la venta para el partido de ayer en el Hermanos Llana, el pequeño campo al que volvió el equipo esta temporada tras jugar la pasada en uno con más capacidad. Da la casualidad de que uno de los fondos del Nuevo Tartiere está a apenas cien metros, lo que daba la oportunidad de que unos 2.000 aficionados pudiesen ver íntegramente el terreno de juego del Llana.

El ACF justificó las restricciones en su elevado número de socios, pero al final la entrada en el Hermanos Llana sólo fue un poco más elevada de lo habitual, unos 700 espectadores. Un poco más allá, en las terrazas y pasillos exteriores del fondo norte del Tartiere, se apretujaron los seguidores del Real Oviedo. A los dos minutos, la afición visitante ya celebraba el 0-1.

Además de los tres puntos, el Real Oviedo hizo caja a cuenta de esta rivalidad artificial, que le ha venido muy bien para animar la dura travesía por Tercera. Unos 1.800 euros quedaron en las urnas instaladas por el club en el Carlos Tartiere para que los asistentes dejasen la voluntad.

Aficionados del Oviedo se amontonan en los accesos del Tartiere para ver el campo del Astur.PACO PAREDES