La obra de Cabal sobre los chilenos desaparecidos seduce en Londres

Tejas Verdes, la obra de Fermín Cabal que se representa en The Gate Theatre hasta finales de marzo, ha tocado el corazón del público londinense. Las entradas para todas las funciones están agotadas y la crítica no escatima elogios a su autor ni a la joven directora Thea Sharrock. Su montaje conduce a los espectadores por un pasadizo oscuro, atestado de informes sobre ciudadanos desaparecidos en Chile tras el golpe contra Salvador Allende, y desemboca en un bosque donde dos mujeres narran su internamiento en Tejas Verdes, centro vacacional reconvertido en campo de tortura el 11 de septie...

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Tejas Verdes, la obra de Fermín Cabal que se representa en The Gate Theatre hasta finales de marzo, ha tocado el corazón del público londinense. Las entradas para todas las funciones están agotadas y la crítica no escatima elogios a su autor ni a la joven directora Thea Sharrock. Su montaje conduce a los espectadores por un pasadizo oscuro, atestado de informes sobre ciudadanos desaparecidos en Chile tras el golpe contra Salvador Allende, y desemboca en un bosque donde dos mujeres narran su internamiento en Tejas Verdes, centro vacacional reconvertido en campo de tortura el 11 de septiembre de 1973.

"Los gritos de los condenados, los lamentos de las víctimas, las quejas de los oprimidos, están por todas partes. Pero no las escuchamos. Si lo hiciéramos, la vida sería intolerable", dice Colorina, joven protagonista de esta obra, en cartel hasta finales de marzo. Thea Sharrock, su directora, de 28 años, ha vaciado la platea del Gate Theatre, en el Off West End, para que el público comparta el espacio simbólico de las protagonistas del drama: Colorina, una compañera suya, la médico militar que las atiende, su abogada y una enterradora.

Colorina, novia de un militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, narra cómo la molieron a golpes en Tejas Verdes y cómo el cuerpo empezó a pudrírsele. La doctora declara ante el juez que si hubo torturas, ella no se enteró. Y la enterradora, el gran hallazgo de Fermín Cabal, eleva el vuelo de la obra al retratar la sociedad chilena a través de una descripción entomológica del cementerio General de Santiago.

"El grueso de los testimonios sobre desaparecidos durante el régimen pinochetista que he extraído de Internet y puesto en boca de mis personajes son de víctimas de clase media", observa Cabal.

Un giro inesperado

La crítica británica destaca las actuaciones de Gemma Jones, Diana Hardcastle y Shereen Martineau, intérprete del alma en pena de Colorina. Hardcastle encarna a su compañera de secuestro, que, en un giro inesperado, se descubre como delatora. "Este personaje está inspirado en La Flaca Alejandra, uno de los mandos de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), la policía secreta de la dictadura. La Flaca militó en el MIR, fue capturada, la quebraron y acabó denunciando a sus seres queridos. Tejas Verdes es teatro documento. He inventado sólo lo justo para que no se vean las costuras".

Fermín Cabal redactó Tejas Verdes hace tres años por invitación de Eugenio Amaya, director chileno radicado en España, que la estrenó en el 30º aniversario del golpe militar, con María Luisa Borruel multiplicándose en todos los papeles. "He escrito mis cinco últimas obras por encargo de Eugenio", afirma el autor. El espectáculo se representó en Madrid el invierno pasado, en la sala Triángulo, durante tres únicos días. Oberon Books publicó enseguida el texto en inglés. Ahora acaba de salir en castellano, editado por Ñaque, y para septiembre está previsto el estreno en Nueva York.

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