El hondo drama de 'Solas' en escena

La película Solas fue un fenómeno no sólo cinematográfico, sino también social cuando se estrenó hace seis años. Ahora, el alabado y premiado guión de Benito Zambrano ha sido trasladado al teatro por el escritor Antonio Onetti, el director José Carlos Plaza y un reparto encabezado por Lola Herrera, Natalia Dicenta y Carlos Álvarez-Novoa (único que intervino en el filme). El montaje se estrenará mañana en el Teatro Central de Sevilla.

Aunque las actrices destacan que el texto habla de la violencia hacia las mujeres, todos están de acuerdo, ellas incluidas, en que la obra es un eje...

La película Solas fue un fenómeno no sólo cinematográfico, sino también social cuando se estrenó hace seis años. Ahora, el alabado y premiado guión de Benito Zambrano ha sido trasladado al teatro por el escritor Antonio Onetti, el director José Carlos Plaza y un reparto encabezado por Lola Herrera, Natalia Dicenta y Carlos Álvarez-Novoa (único que intervino en el filme). El montaje se estrenará mañana en el Teatro Central de Sevilla.

Aunque las actrices destacan que el texto habla de la violencia hacia las mujeres, todos están de acuerdo, ellas incluidas, en que la obra es un ejercicio de estilo sobre la soledad. "Desde el principio les he dicho a todos que encuentren la soledad en los personajes, la obra es un grito de dolor de quienes se sienten solos como consecuencia de esta sociedad terrible que convierte las ciudades en un avispero", dice Plaza, quien tampoco ha descuidado el humor en la función: "Sin ironía la tragedia no tendría valor, en el montaje hay continuas válvulas de escape".

Todos los que participan en el proyecto escénico tienen claro el gran peso que supone que exista un precedente tan fuerte, tan popular y tan cercano en el tiempo como es la película de Benito Zambrano de 1999 (con María Galiana y Ana Fernández en el reparto).

"Esta producción es un riesgo muy querido por todos, con la ventaja de tener un texto dramático excepcional", afirma el director, "la cercanía en el tiempo puede jugar a nuestro favor; los espectadores van a tener el efecto del sudor de los actores; no van a estar tan preocupados del argumento, de la anécdota, sino de la profundidad que queremos dar".

Lola Herrera piensa que las ventajas y desventajas se tienen cuando se hace un espectáculo después de una película, porque es inevitable comparar: "Pero es un error, es la misma historia contada con dos lenguajes distintos. La gente que ha visto la película tiene que ver la obra, es necesario; sé que es un riesgo, pero no es mejor ni peor, se cuenta la historia desde otro lenguaje, el que siempre he utilizado en mi profesión, estoy contenta de hacer este texto que es teatro puro".

Su hija en la vida real y en la vida escénica, Natalia Dicenta, afirma tajante que no ve ninguna desventaja: "El teatro es lo que es; está esa magia que se produce, esas atmósferas, esas miradas entre actrices y actores..., la hondura y emoción de la película están, pero la carga de profundidad aquí es más fuerte todavía, es visceral, estamos vivos y vivas, y esto es más potente".

José Carlos Plaza, para compensar, habla de posibles inconvenientes. Por encima de todos, el que la gente vaya con la idea de ver la película: "No la van a ver. Aunque la estructura sea la misma", y añade: "Lo que la gente va a ver es puro teatro de contenido en una hermosa forma, con lo cual estamos totalmente fuera de moda", comenta el director, quien cree que gran parte del teatro de hoy se ha convertido en una mera forma, "o chabacana y barata, digna de burdeles y de borrachos contando chistes, o bien con falta de estética, donde los actores no saben expresar una emoción, no saben lo que es compromiso"; y concluye: "Nosotros entramos con una carga de profundidad, de contenido, de responsabilidad política y social, con un grito desesperado del alma del ser humano, con lo cual estamos out".

El que la gente acuda con algún prejuicio es algo que apunta Carlos Álvarez-Novoa, el único que estuvo en el equipo de la película de Zambrano haciendo el mismo papel, de vecino jubilado que llena su vida con la presencia de esas dos mujeres: "Unos acudirán por Plaza, Lola, Natalia; otros vendrán diciendo: 'Es Solas, pero sin Galiana, sin Ana'; lo bonito es que va a ocurrir como en la vida, la gente se va a encontrar con la misma historia, pero sucede a otros seres, incluido yo, que soy otro porque recibo otras órdenes del director, otras réplicas y eso modifica todo, pero que se olviden de venir a ver cómo hace Lola de Maria Galiana".

Herrera veía a Galiana los primeros días de ensayos. Ahora no le pasa. La actriz tiene la teoría de que ha hecho su carrera "siendo la otra, la siguiente". En esta ocasión, también ha sido así: "Este trabajo se lo ofrecieron a Galiana, quien lo rechazó, por lo que es ella quien me permite el placer de hacer esto y se lo agradezco con todo el alma", y añade la actriz: "Sustituir a compañeros o aceptar trabajos que a otros les sobran es algo que tendríamos que hacer más los actores, porque es un ejercicio de humildad y la alternancia es enriquecedora".

Plaza agradece continuamente el trabajo de Antonio Onetti y que el adaptador se haya involucrado con ellos en los ensayos: "Ha hecho una traslación del guión, con un lenguaje muy moderno y un nuevo concepto de dramaturgia", a lo que añade Álvarez-Novoa: "Yo propondré toda mi vida como lección de dramaturgia este ejemplo de Solas".

Onetti, que fue el primero en iniciar esta aventura teatral, dice que el guión de Zambrano es el texto dramático más importante que se ha escrito desde Andalucía en los últimos años: "Mi versión pretende ser un texto teatral moderno y audaz, alejado del rancio teatro español realistas de las últimas décadas".