Reportaje:

La bala de Luxemburgo

Con sus reservas en la Liga, el brasileño se la juega ante el Juventus mientras el Barça se mide al Chelsea con el colchón doméstico

Salvo desplome azulgrana, a Luxemburgo le queda un tiro con el Real Madrid: la Liga de Campeones. El brasileño ha pasado de ser el guionista principal de siete victorias encadenadas a quedarse con una sola bala en la recámara. Así lo ha querido el propio técnico, que, cuando tenía el Barça a la vista, decidió saltarse la estación con el Athletic y adelantar el duelo con la Juve de mañana. Todo lo contrario que el Barça, que aparcó la visita del Chelsea y se tomó a pecho su asalto con el Mallorca. Dos apuestas antagónicas que dejan a Luxemburgo al borde del abismo. ¿Cómo afrontarí...

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Salvo desplome azulgrana, a Luxemburgo le queda un tiro con el Real Madrid: la Liga de Campeones. El brasileño ha pasado de ser el guionista principal de siete victorias encadenadas a quedarse con una sola bala en la recámara. Así lo ha querido el propio técnico, que, cuando tenía el Barça a la vista, decidió saltarse la estación con el Athletic y adelantar el duelo con la Juve de mañana. Todo lo contrario que el Barça, que aparcó la visita del Chelsea y se tomó a pecho su asalto con el Mallorca. Dos apuestas antagónicas que dejan a Luxemburgo al borde del abismo. ¿Cómo afrontaría la entidad, por segundo año consecutivo, una travesía por el desierto hasta mayo? ¿Qué futuro les esperaría a Sacchi, Luxemburgo y Butragueño, los tres ejes presidenciales de esta campaña? Pronósticos al margen, el órdago de Luxemburgo en la Liga acentúa el duelo con el Juventus, ya de por sí todo un clásico europeo. Le guste o no, frente a los italianos tendrá que tirar de toda la caballería, Ronaldo incluido, por más que la estrella lleve una semana de luna de miel. Un batacazo sin la joya brasileña dejaría al entrenador sin excusas ante el presidente, máximo devoto de todos los galácticos. Es la hora de Ronaldo, no el tiempo de Luxemburgo, más que nunca a merced de su compatriota, arrinconado ante el Athletic como Zidane y Raúl. Luxemburgo ya ha comprobado -en directo incluso, en Chantilly- que está en un club forrado de estrellas que se desmadran con el máximo consentimiento. No es el primer técnico que lo padece y, si no lo asimila, tendrá el destino que sus predecesores. La respuesta de Luxemburgo ante el primer varapalo fue inquietante: hasta el sábado su pócima era mágica; desde el sábado la entidad arrastra problemas estructurales. Algún directivo habrá tomado nota.

Con la vista al frente en la Liga, el Barça mira con otra perspectiva su duelo con el Chelsea, un hueso, el nuevo yuppie europeo. Una derrota con los ingleses dejaría al Barça con el título de Liga a una manzana. Una derrota con la Juve dejaría al Madrid fuera de toda onda por segundo curso consecutivo. Un avispero para el Madrid de Florentino Pérez, que este curso ya se ha jugado varias balas en el banquillo, en los despachos y en el vestuario.

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