Los juristas coinciden en recomendar la rebaja al 3% de la barrera para entrar en las Cortes

Los comparecientes en la ponencia del Estatut creen que no cambiaría el mapa político

La rebaja al 3% del mínimo de votos necesario para obtener representación en las Cortes Valencianas no supondría cambios de consideración en el mapa político valenciano, según han coincidido en señalar los expertos juristas que han comparecido ante la ponencia para la reforma del Estatut d'Autonomia. Casi todos se pronuncian a favor de rebajar la actual barrera del 5%, al tiempo que recomiendan sacar del estatuto esta cuestión, porque en su opinión bastaría con que la citada limitación quedara regulada en la ley electoral valenciana.

Las comparecencias de casi una cincuentena de represe...

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La rebaja al 3% del mínimo de votos necesario para obtener representación en las Cortes Valencianas no supondría cambios de consideración en el mapa político valenciano, según han coincidido en señalar los expertos juristas que han comparecido ante la ponencia para la reforma del Estatut d'Autonomia. Casi todos se pronuncian a favor de rebajar la actual barrera del 5%, al tiempo que recomiendan sacar del estatuto esta cuestión, porque en su opinión bastaría con que la citada limitación quedara regulada en la ley electoral valenciana.

Sospedra sostiene que la reducción al 3% no conlleva riesgo de fragmentación
Franch califica la barrera del 5% de "porquería antidemocrática"

Las comparecencias de casi una cincuentena de representantes de la sociedad civil y de las instituciones ante la ponencia de la comisión especial para la reforma del Estatut d'Autonomia valenciano tocan a su fin. Sólo quedan por acudir los ex presidentes de la Generalitat Joan Lerma y Eduardo Zaplana. De manera que los ponentes cuentan ya toda una serie de aportaciones desde las más diversas ópticas. Una de éstas es la correspondiente a los juristas que han desfilado por las Cortes, que se han mostrado mayoritariamente a favor de dos cuestiones que han centrado en buena medida los debates en torno a las reformas que precisa el Estatut: la eliminación de la barrera del 5% de los votos para obtener representación parlamentaria y la introducción de la plena capacidad de disolución de las Cortes por parte del presidente de la Generalitat.

Pero es sin duda la cuestión de la barrera electoral la que más recelos suscita. Es una vieja reivindicación, especialmente de los partidos minoritarios, que claman desde hace años por la eliminación de una cláusula que en su día fue justificada para evitar un multipartidismo excesivo en el Parlamento autonómico. Casi todos los juristas comparecientes se han pronunciado a favor de eliminar esa condición. El Síndic de Greuges, Bernardo del Rosal, el titular del Consell Jurídic Consultiu, Vicente Garrido, y los profesores de Derecho Constitucional Lluís Aguiló, Manuel Martínez Sospedra, Vicent Franch y José Asensi, se han mostrado claramente favorables, cada uno con sus respectivos matices y apreciaciones, a la reducción de la barrera del 5%. No así la también especialista en Derecho Constitucional Remedio Sánchez, que dice no ver "la necesidad" de eliminar la barrera, mientras que el titular de la Sindicatura de Comptes, Rafael Vicente Queralt, se sitúa en una posición intermedia, al señalar que el límite actual ha permitido estabilidad política y parlamentaria, aunque considera que la reducción al 3% "podría resultar procedente".

Los profesores Manuel Martínez Sospedra y Vicent Franch han sido los que han profundizado en mayor medida en la cuestión. El primero, tras señalar que la barrera actual es "atípica" en el contexto electoral español y europeo, recuerda que se estableció en su día para evitar un riesgo apreciable de fragmentación parlamentaria que pudiera perjudicar la gobernabilidad. Y añade que "la experiencia de seis elecciones autonómicas seguidas indica que ese riesgo es muy bajo, por no decir nulo".

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Martínez Sospedra resalta que el volumen y porcentaje de sufragios excluidos de la representación parlamentaria por la aplicación de la barrera se ha tornado significativo: uno de cada diez electores se queda sin ella. Y añade que la exclusión alcanza a fuerzas políticas que tienen importante presencia municipal. Así, el profesor recomienda reformar la cuestión y hacerlo para que el límite afecte a cada circunscripción electoral, y no al ámbito autonómico. Y además señala que la barrera, "caso de existir, no tiene por qué estar en el Estatut".

Pero es el profesor Vicent Franch el que más se ha extendido al respecto. Franch parte de una premisa: acercar el sistema electoral para el acceso a las Cortes Valencianas a los óptimos del voto igual, la proporcionalidad y el respeto al pluralismo. Y una de las posibilidades que aborda es la de revisar el número de diputados que a cada una de las tres circunscripciones le corresponde en el pleno de las Cortes Valencianas, incluida la de incrementar el número total de parlamentarios.

También propone introducir una fórmula de escrutinio más proporcional que la que supone la Ley D'Hont y sugiere la de Sainte-Laguë, que funciona en Dinamarca, Noruega y Suecia, "donde opera en beneficio de un sistema de partidos pluralista donde los medianos y los pequeños no ven expropiada parte de su representación por los primeros partidos".

Respecto a la barrera del 5%, que califica de "porquería antidemocrática", Franch señala que fue impuesta en su día por las fuerzas mayoritarias de implantación estatal con la intención de repartirse la representación y evitar la presencia indeseable de nacionalistas, regionalistas o provincialistas. Y se pronuncia a favor de su reducción al 3%, porque "no perjudica a los grandes partidos sino que mejora el pluralismo y le da calidad a la democracia valenciana".

Franch ha llevado a cabo un estudio de todas las convocatorias de elecciones autonómicas desde 1983 y ha aplicado diversas fórmulas de cómputo del voto: con la barrera del 5% autonómica, con el 5% en la circunscripción, con el 3% autonómico y con el 3% provincial. Con esos cálculos, Franch concluye que en ningún caso el reparto de diputados se habría visto alterado hasta el punto de modificar la realidad política valenciana, sino que, por el contrario, los modelos más pluralistas la habrían reflejado mejor y apenas habrían tenido influencia en la gobernabilidad.