PSOE y PP pactan la reforma del Reglamento del Congreso

Rubalcaba y Zaplana niegan que los grupos minoritarios queden excluidos de la negociación

PSOE y PP anunciaron ayer que han cerrado un acuerdo para que la reforma del Reglamento del Congreso -pendiente desde hace doce años- entre en vigor antes de que acabe este año. Ambos grupos suman 312 escaños (casi el 90%) de los 350 que integran el Congreso y, en consecuencia, defienden el derecho a que cualquier reforma necesite el acuerdo y el impulso de ambos grupos.

El presidente del Congreso, Manuel Marín, propició, desde el principio de la legislatura, la necesidad de reformar el Reglamento y, de hecho, logró impulsar el procedimiento, de modo que el pasado día 31 se cerró el pla...

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PSOE y PP anunciaron ayer que han cerrado un acuerdo para que la reforma del Reglamento del Congreso -pendiente desde hace doce años- entre en vigor antes de que acabe este año. Ambos grupos suman 312 escaños (casi el 90%) de los 350 que integran el Congreso y, en consecuencia, defienden el derecho a que cualquier reforma necesite el acuerdo y el impulso de ambos grupos.

El presidente del Congreso, Manuel Marín, propició, desde el principio de la legislatura, la necesidad de reformar el Reglamento y, de hecho, logró impulsar el procedimiento, de modo que el pasado día 31 se cerró el plazo de enmiendas de los grupos al texto originalmente planteado.

Alfredo Pérez Rubalcaba y Eduardo Zaplana, portavoces de los grupos socialista y popular, escenificaron ayer en rueda de prensa la imagen de que son los dos grupos mayoritarios quienes pilotarán la nave de la reforma.

Ante la posibilidad de que algún grupo minoritario se descuelgue del acuerdo final, Zaplana fue contundente: "Habrá Reglamento" y Rubalcaba, más suavemente, recalcó que "habrá consenso".

Ambos distribuyeron un acuerdo genérico de diez puntos que no aporta novedades a las previsiones de reforma que se vienen manejando hace tiempo, y aseguraron que la concreción de cada uno de ellos será negociada, pero insistieron en que las conversaciones están muy avanzadas y que Diego López Garrido (PSOE) y Vicente Martínez Pujalte (PP) han trabajado en las últimas semanas para lograr acuerdos que, según dejaron traslucir, son amplios y concretos.

Antes de Semana Santa

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Rubalcaba y Zaplana informaron de que pretenden que la ponencia tenga listo su informe antes de Semana Santa, es decir, en marzo próximo, y que habrá aspectos que, por contar con acuerdo total y cerrado, puedan incorporarse a los usos parlamentarios antes de que se vote definitivamente el nuevo Reglamento, algo que, aseguraron, ocurrirá antes del 31 de diciembre.

Ambos negaron cualquier voluntad excluyente respecto de los grupos minoritarios, aunque no faltó alguna ironía sobre la reunión que éstos mantuvieron en Sitges (Barcelona) para acordar sus propuestas de reforma.

Sobre el problema del uso de las lenguas cooficiales en el Congreso, aspecto que los grupos nacionalistas reclaman como prioritario, tanto Zaplana como Rubalcaba negaron haber decidido el asunto, pero el portavoz socialista adelantó con suficiente claridad que la institución que puede acoger la pluralidad lingüística es el Senado y no el Congreso.

Entre el decálogo acordado destaca el pacto para reducir el cupo de preguntas en las sesiones de control del grupo mayoritario que apoye al Gobierno, y la inclusión de la figura de la interpelación al presidente del Gobierno. Falta acordar el número de interpelaciones que los grupos de oposición podrán dirigir el presidente del Ejecutivo.

También hay acuerdo para que sean posible las bajas por maternidad sin que afecten al resultado de las votaciones, buscando una formula para que las diputadas en esta situación pueden ejercitar su voto.

De izquierda a derecha, López Garrido, Pérez Rubalcaba, Zaplana y Martínez Pujalte, ayer en el Congreso.LUIS MAGÁN

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