Necrológica:

Jimmy Griffin, músico de rock

El pasado 11 de enero fallecía en su casa de Nashville, víctima de un tumor pulmonar, el cantante, guitarrista y compositor Jimmy Griffin, que vivió años de gloria a principios de los setenta como integrante destacado del grupo de rock ligero Bread. Griffin, que fue muy precoz no sólo como músico, sino también en pequeños papeles cinematográficos, tenía 61 años.

Jimmy había nacido en Cincinnati el 10 de agosto de 1943, creció en una ciudad tan genuinamente musical como Memphis y comenzó a despuntar de la mano de los hermanos Dorsey y Johnny Burnette, que le animaron a establecerse en Lo...

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El pasado 11 de enero fallecía en su casa de Nashville, víctima de un tumor pulmonar, el cantante, guitarrista y compositor Jimmy Griffin, que vivió años de gloria a principios de los setenta como integrante destacado del grupo de rock ligero Bread. Griffin, que fue muy precoz no sólo como músico, sino también en pequeños papeles cinematográficos, tenía 61 años.

Jimmy había nacido en Cincinnati el 10 de agosto de 1943, creció en una ciudad tan genuinamente musical como Memphis y comenzó a despuntar de la mano de los hermanos Dorsey y Johnny Burnette, que le animaron a establecerse en Los Ángeles y conseguir su primer contrato discográfico, en Reprise. Este sello publicó en 1963 el álbum de debú del jovencísimo Griffin, Summer holiday, con Jimmy Bowen al frente de la producción. Eran tiempos en que a Griffin le era propicia la fortuna: Bowen ascendió a puestos ejecutivos en destacadas discográficas y le encomendó que escribiera canciones para voces de la canción melódica como Bobby Vee, Rudy Vallee o Lesley Gore.

El joven autor amplió su bagaje con pequeños papeles en largometrajes como For those who think young (1965) o, un año más tarde, Todos eran valientes, junto a Frank Sinatra. Pero su verdadero ascenso al estrellato se produjo en 1968 cuando, siempre en Los Ángeles, sumó su talento a los de Robb Royer, Jim Gordon y David Gates para fundar Bread, una banda de rotundo éxito durante toda la primera mitad de los setenta en Estados Unidos.

Aquel cuarteto acertó con una fórmula de rock californiano elegante, dulce y algo candoroso que producía éxitos en cascada. En su segundo álbum, On the waters, ya relucía un flamante "número uno", Make it with you, al que siguieron media docena de sencillos renombrados (It don't matter to me, If, Baby I'm-a want you, Everything I own, Guitar man...). Pero las rencillas entre Griffin y Gates por el liderazgo del grupo acabaron por romper la magia. Jimmy no encajaba de buen grado que la mayoría de éxitos llevaran la firma de su compañero, lo que se tradujo en una primera disolución de Bread, en 1973. El conjunto aún logró aparcar los celos y reunirse en 1976 para grabar un postrero álbum que aportaba otro sencillo esplendoroso, Lost without your love, pero la química entre sus integrantes ya se había desvanecido. De hecho, David y Jimmy se enzarzaron en una cruenta batalla legal por la utilización del nombre Bread.

Casi siempre relegado a la sombra de David Gates, Griffin se apuntó un importante éxito personal en 1971 cuando su tema For all we know, escrito junto a los Carpenters, se incluyó en la película Lovers and other strangers y ganó el Oscar a la mejor canción. Tras el adiós definitivo de Bread, Gates emprendió una discreta carrera en solitario mientras Griffin probaba suerte con grupos que sólo despertaban el interés entre los más nostálgicos. Junto a Terry Sylvester, de los Hollies, firmó un disco para Polydor bajo el nombre de Griffin & Sylvester, mientras que a finales de los ochenta probó suerte como Black Tie, un trío de country, junto a Billy Swan y el bajista original de los Eagles, Randy Meisner.

Cada vez más centrado en la escena de Nashville, los noventa nos descubren a un Griffin al frente de un nuevo grupo, The Remingtons, que en 1992 le proporcionó un discreto éxito con la canción A long time ago. Pero Jimmy nunca pudo sustraerse del influjo de Bread y en 1997 accedió a participar en una lucrativa reunión del grupo para una gira mundial. Sus últimos proyectos musicales se remontan al pasado mes de julio, cuando volvió a grabar con su antiguo compañero de Bread Robb Royer y registró, a dúo con Lynn Bryant, una versión del Can we still be friends, de Todd Rundgen. Jimmy Griffin estaba casado y tenía una hija y un hijo.

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