Crónica:FÚTBOL | 20ª jornada

Tres córners, tres goles

El Getafe sacó petróleo de los saques de esquina y sentenció el partido cuando apenas se había cumplido el primer cuarto de hora, momento en que marcó el segundo gol al Zaragoza, desconcertado, desconocido y reiteradamente sorprendido en la misma jugada. El equipo de Quique Sánchez Flores no remató de primera ninguno de los tres córners que acabaron en gol, pero los despistes en el marcaje y los malos rechaces, tanto del meta como de la defensa forastera, derivaron en balones blandos cerca de la frontal del área pequeña, la munición que precisaba. A pesar de que el Zaragoza no dispuso de un fu...

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El Getafe sacó petróleo de los saques de esquina y sentenció el partido cuando apenas se había cumplido el primer cuarto de hora, momento en que marcó el segundo gol al Zaragoza, desconcertado, desconocido y reiteradamente sorprendido en la misma jugada. El equipo de Quique Sánchez Flores no remató de primera ninguno de los tres córners que acabaron en gol, pero los despistes en el marcaje y los malos rechaces, tanto del meta como de la defensa forastera, derivaron en balones blandos cerca de la frontal del área pequeña, la munición que precisaba. A pesar de que el Zaragoza no dispuso de un futbolista que resolviera los rechaces a la salida del área, la fortuna sonrió a los locales.

GETAFE 3 - ZARAGOZA 0

Getafe: Sánchez Broto; Albiol, Belenguer, Nano; Mario Cotelo, Diego Rivas, Gabi, Pernía; Vivar Dorado (Gallardo, m. 89); Yordi (Michel, m. 85) y Craioveanu (Kome, m. 69).

Zaragoza: Luis García; Ponzio (Aranzabal, m. 75), Cuartero, Milito, Toledo; Movilla (Soriano, m. 75), Generelo; Galletti, Óscar, Cani (García Granero, m. 46); y Villa.

Goles: 1-0. M. 12. Yordi aprovecha un balón que se queda muerto a borde del área pequeña. 2-0. M. 15. Nano empuja con la cabeza una pelota que no sabe despejar la zaga blanquilla.

3-0. M. 35. Cotelo empalma un mal rechace de Luis García.

Árbitro: Undiano Mallenco. Mostró la cartulina amarilla a Movilla, Gabi, Albiol y García Granero.

13.500 espectadores en el Alfonso Pérez.

La infalibilidad del Getafe a balón parado contrastó con la improductividad del entrejuego. Por momentos, pareció incluso que se jugaba un partido de tenis. El balón planeaba de lado a lado del campo obviando a los centrocampistas. Pero con una diferencia: mientras el Zaragoza jugaba con un punta, Villa, el Getafe lo hacía con dos, Craioveanu y Yordi, dos delanteros que aprovechan a la perfección su cuerpo para bajar esa pelota que cae desde el cielo y, una vez amortiguada, abrirla a las bandas. Preferentemente a la izquierda, que es la que incesablemente recorre Pernía. No creó mucho peligro el Getafe con ese juego, pero, dado que el Zaragoza se empeñó en buscar a Villa por la vía rápida, tampoco le hizo falta. Y el Guaje, aunque es muy habilidoso con el balón e incómodo de marcar, acusó la falta de apoyos, sobre todo la ausencia de un futbolista tan desequilibrante como Savio, baja por la gripe. También ayudó que el técnico del Getafe retrasara las líneas para contrarrestar la velocidad del Zaragoza. Así, aunque teóricamente jugaba con tres zagueros, todo el Getafe se defendía en campo propio y no empezaba la presión hasta que el cuero superaba la medular.

A pesar de que los jugadores salieron al campo con una camiseta con la inscripción Ánimo César, el Zaragoza no pudo dedicar la victoria al central que lesionó Figo. No así el Getafe, que homenajeó a Craioveanu en su partido 300º en la Liga. "Los suplentes tienen que decidir si quieren ser águilas o serpientes", pidió Sánchez Flores para motivar a su plantel. Y Yordi, que marcó el primer tanto, lo celebró batiendo sus brazos. El Zaragoza los bajó antes de tiempo.

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