El genio silencioso

Es un genio discreto y silencioso que se pasea por Malasaña como viene haciéndolo desde hace más de 10 años. Le gustan poco los cambios. Sigue teniendo los mismos amigos, va a los mismos bares y la vida para él es la de siempre. Pero todo a su alrededor ha cambiado. Y desde Malasaña, ese céntrico y rompedro barrio madrileño, Alejandro Amenábar (Santiago de Chile, 1972) ha salido a la conquista del mundo entero, o sería mejor decir que han sido los de fuera los que han venido a recogerle y trasladarle a sus cielos respectivos. Todo de la manera más tranquila que uno pueda imaginar. Lo dice su a...

Es un genio discreto y silencioso que se pasea por Malasaña como viene haciéndolo desde hace más de 10 años. Le gustan poco los cambios. Sigue teniendo los mismos amigos, va a los mismos bares y la vida para él es la de siempre. Pero todo a su alrededor ha cambiado. Y desde Malasaña, ese céntrico y rompedro barrio madrileño, Alejandro Amenábar (Santiago de Chile, 1972) ha salido a la conquista del mundo entero, o sería mejor decir que han sido los de fuera los que han venido a recogerle y trasladarle a sus cielos respectivos. Todo de la manera más tranquila que uno pueda imaginar. Lo dice su amigo Mateo Gil, a quien conoció hace 14 años la primera semana del primer curso de Ciencias de la Imagen, en la Universidad de Madrid, y con el que desde entonces trabaja en todos sus proyectos cinematográficos. "Se enfrenta a los problemas con una tranquilidad apabullante. Es un tipo con una admirable capacidad para estar tranquilo y disfrutar en cada momento. Nos fascina a todos", asegura Gil.

Con más de 19 millones de euros recaudados en España, 'Mar adentro' inició la segunda quincena de diciembre su carrera en Estados Unidos

"Para mí, hacer cine es como un viaje en el que invito al público a vivir la experiencia conmigo", dice el realizador en una revista norteamericana

No es algo nuevo lo que está viviendo este año Amenábar con su película Mar adentro, Gran Premio del Jurado en el Festival de Venecia, premio al mejor director europeo, nominada por partida doble a los Globos de Oro y que ha cosechado nada menos que 15 candidaturas a los premios Goya, a falta de lo que pueda venir en los Oscar (el filme ha sido elegido por la Academia de Cine para representar a España en los premios de Hollywood). Lo ultimísimo, la portada que le dedica en su último número la prestigiosa revista Newsweek, bajo el título 'Ojo español'. El reportaje, firmado por Sean Smith, comienza con esta contundente afirmación: "Si no fuera por Alejandro Amenábar, Nicole Kidman no sería hoy una gran estrella....". Ni más ni menos.

"Para mí hacer cine es como un viaje en el que invito al público a vivir la experiencia conmigo", dice el realizador en la revista norteamericana. Y ese viaje no es nuevo para él. Después de varios cortometrajes en Paracuellos del Jarama, en los que el catering lo ponía la propia madre de Amenábar en forma de bocadillos para todo el equipo -casi siempre tres: el propio director, Mateo Gil y el actor Eduardo Noriega-, el genio, que nunca acabó la carrera de Imagen, empezó a lo grande ya con su primer largometraje, Tesis, en 1997. Descubierto por el cineasta José Luis Cuerda, Tesis fue la sorpresa y sensación en el Festival de Berlín de aquel año y se convirtió en el gran éxito de los premios Goya en España con siete estatuillas, entre ellas la de mejor película y mejor dirección novel. Tras ese estreno llegó Abre los ojos, filme con el que se hace su primer hueco en Hollywood gracias al descubrimiento del todopoderoso Tom Cruise, que realizó un remake -Vanilla sky- producido y protagonizado por el propio Cruise; Los otros (2002), filme realizado en inglés y protagonizado por Nicole Kidman, y, por fin, Mar adentro.

Tímido y firme

"Es un junco difícil de derribar", asegura de él Fernando Bovaira, el productor de Sogecine que ha estado junto a él en sus tres últimos filmes. Bovaira, con el que tiene una relación de complicidad muy grande, dice que son sus sólidas raíces familiares las que convierten a Amenábar en un tipo sólido, capaz de enfrentarse a grandísimos retos sin darse la más mínima importancia. "Es un gran creador y un gran pragmático, con una intuición inalcanzable para anticipar lo que se mueve en el subconsciente colectivo", añade el productor.

Ha sido el año también en el que Alejandro Amenábar ha decidido hacer pública su homosexualidad. Su foto en la portada de la revista gay Zero sorprendió a muchos, pero no a su círculo más íntimo. "No fue una decisión premeditada. Seguro que le ofrecieron esa posibilidad y él dijo que sí, sin más. Su familia y sus amigos lo sabíamos de siempre y no ha tenido ningún problema. Es algo que no le ha atormentado nunca", explica su amigo Joserra Cardiñanos (representante, director de casting y actor esporádico), que le conoce desde 1993. Y todo con esa naturalidad que nunca le abandona.

Tipo tímido y firme, Alejandro no deja de sorprender día a día también a sus amigos. Por ese afecto, esa generosidad sin límites, esa mano izquierda que, en opinión de Joserra, son impagables y que por mayores éxitos que coseche no se deja cegar. "Es importante el hecho de que sabe escuchar y también, y sobre todo, callar. Casi nada le supera. Casi nunca se le ve sobrepasado por algo", dice admirado su amigo.

Con más de 19 millones de euros recaudados en España y cuatro millones de espectadores, Mar adentro inició la segunda quincena de diciembre su carrera en Estados Unidos con el estreno en siete grandes ciudades y el respaldo unánime y cariñoso de la crítica.

¿Y cómo se llega a Mar adentro, esa historia sobre la vida desde la cama de un hombre que quiere morir? El viaje lo inició con Mateo Gil, coguionista, y lo continuó con Javier Bardem, Belén Rueda, Lola Dueñas, Mabel Rivera y muchos más. Dos meses emplearon en hablar de la historia, sólo tomando notas, Gil y Amenábar. "Nuestro método es sentarnos a trabajar sin escribir, diseñando, estructurando una historia. Luego, cuando lo tenemos más o menos claro, nos separamos y cada uno escribe independientemente las secuencias. Muchas veces nos las dividimos,otras las escribimos ambos", explica Gil. ¿Y si hay discrepancias? "Él toma siempre la última decisión. Eso está más que claro", explica su amigo y coguionista.

Llegó a Madrid solo tres días antes de la Nochebuena directamente de Estados Unidos con la intención de descansar de la extenuante promoción que arrastra con Mar adentro. Pero incluso en esos fatigantes momentos, tiene siempre hueco para la serenidad: "No quiero dejarme tentar porque a veces aceptar cosas significa tener que hacer otras que no te gustan demasiado. La vida es muy corta y hay que hacerla lo más apasionante que se pueda".