La oposición pide que dimita Font de Mora y que Camps explique en Cortes el acoso a la Acadèmia

La crisis política desatada por el Consell al intervenir para que la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) no se pronunciase sobre la naturaleza del valenciano obligó ayer al PP a emborronar su intención inicial de plantear acciones legislativas y penales sobre el citado organismo. Socialistas y Esquerra Unida exigieron la dimisión del consejero de Cultura, Alejandro Font de Mora, por su injerencia en el pleno de los académicos, y la comparecencia de Francisco Camps en las Cortes para que explique el acoso a la Acadèmia. Los populares recibieron críticas por su actuación no sólo de la oposic...

La crisis política desatada por el Consell al intervenir para que la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) no se pronunciase sobre la naturaleza del valenciano obligó ayer al PP a emborronar su intención inicial de plantear acciones legislativas y penales sobre el citado organismo. Socialistas y Esquerra Unida exigieron la dimisión del consejero de Cultura, Alejandro Font de Mora, por su injerencia en el pleno de los académicos, y la comparecencia de Francisco Camps en las Cortes para que explique el acoso a la Acadèmia. Los populares recibieron críticas por su actuación no sólo de la oposición, sino de la sociedad civil y también de los partidos catalanes.

El secretario general de los socialistas valencianos, Joan Ignasi Pla, pidió la comparecencia urgente de Camps en las Cortes "para que explique si está dispuesto a respetar las reglas del juego democrático o no". Pla censuró al PP por su modo de entender la política, porque "coacciona, amenaza e incluso elimina" a los que le molestan o critican.

La actuación de anteayer del Consell es, a juicio de Pla, un precedente peligroso. "¿Quién nos garantiza ahora que no vuelva a ocurrir lo de ayer [en la AVL] si la Sindicatura de Comptes o de Greuges presentan un informe que desagrada al Consell?", reflexionó Pla, que en un intento de contextualizar lo sucedido el miércoles apuntó: "¿Se imaginan a un ministro del Gobierno dando lecciones a la Real Academia Española de la Lengua?".

El dirigente socialista insinuó ayer que los artículos dos y cinco de la ley de creación de la AVL, en los que se alude a la autonomía de la institución académica, otorgan base suficiente para recurrir la actuación del Consell. El PSPV, reunido de urgencia, acordó analizar todas las respuestas posibles ante lo que ha calificado como "la mayor tropelía democrática" registrada en los últimos 22 años.

Esquerra Unida, a través de su coordinadora, Glòria Marcos, calificó de "mafiosa y dictatorial" la "amenaza" de cambios legislativos en la entidad normativa. "El consejero tiene que saber que haber tenido este comportamiento lamentable no puede quedar impune y que en política las cosas que se hacen no son gratis", dijo Marcos.

El PP, por su parte, optó por repartirse los papeles. El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, mantuvo silencio, mientras el Consell y el grupo parlamentario en las Cortes Valencianas se repartían las iniciativas.

El portavoz del Consell, Esteban González Pons, explicó que quien está dispuesto a cambiar la ley de creación de la Acadèmia Valenciana de la Llengua es el Grupo Popular, que "es independiente del Gobierno". Una afirmación que representa una marcha atrás por parte del Consell, varios de cuyos miembros reconocieron el miércoles la disposición del Ejecutivo a modificar la ley de creación de la Acadèmia para impedir que se pueda aprobar el dictamen en el que se reconoce la unidad de la lengua.

Estaban González Pons aseguró, por contra, que el Consell prepara un proyecto de ley "sobre las señas de identidad valencianas", pese a que existe ya una ley de 1984 por la que se regulan los símbolos de la Comunidad Valenciana y su utilización.

Desde el Grupo Popular en las Cortes Valencianas, su portavoz, Serafín Castellano, manifestó su disposición a presentar una proposición para modificar la ley de creación de la Acadèmia Valenciana de la Llengua e impedir que pueda prosperar el dictamen que reconoce la unidad lingüística. El portavoz parlamentario del PP volvió a reconocer que lo sucedido pone en peligro las negociaciones sobre la reforma del Estatut.

Tanto Esteban González como Serafín Castellano acusaron a Joan Ignasi Pla y al PSPV de colocarse al lado de los partidos catalanes y tener reacciones de formaciones políticas anti-sistema, así como de contribuir a revivir la batalla de Valencia. Una percepción bien distinta de la del resto de partidos políticos de dentro y fuera de la Comunidad Valenciana e instituciones como la Universitat de València.

Desde Cataluña, los principales partidos criticaron la injerencia del PP sobre la Acadèmia. El ex presidente de la Generalitat catalana Jordi Pujol -que pactó en 1996 con Eduardo Zaplana el reconocimiento por parte del PP de la unidad lingüística del valenciano y el catalán- tildó de "muy grave" la advertencia del Consell a los académicos. El conseller en cap del Gobierno catalán, el republicano Josep Bargalló, utilizó el término "impresentable" para calificar la actuación del consejero de Cultura en el pleno de la Acadèmia.

Desde dentro de la institución académica, la secretaria de la AVL, Marisol González, elegida por consenso entre el PP y el PSPV en su día, no ocultó "su profunda tristeza por haber asistido a un acto sin precedentes" por parte de un Gobierno hacia una institución académica.

La Universitat de València, a través de su rector, Francisco Tomás; el Sindicat de Treballadors de l'Ensenyament o el Institut Interuniversitari de Filologia Valenciana, entre otras organizaciones, también expresaron su rechazo a la intervención del Consell que preside Francisco Camps.

La intervención del miércoles para impedir el dictamen de la AVL, pese a lo manifestado por el Consell, es anterior a la polémica sobre el memorándum presentado por el Gobierno en Bruselas para lograr el reconocimiento en la UE de las lenguas cooficiales españolas. El PP salió en tromba el pasado mes de junio para evitar que la Acadèmia aprobase un dictamen que reconociese la unidad de la lengua. Posición que se ha reiterado desde entonces. Por su parte, los académicos insisten en tratar la cuestión, aunque, si finalmente es imposible, algunos se plantearían su continuidad.