Crónica:FÚTBOL | 16ª jornada de Liga

Tarde de porteros en Anoeta

Broto salva al Getafe y Riesgo hace la 'parada del año' y luego falla en el penalti a Pachón

A porteros magistrales, partidos divertidos, interesantes, incluso buenos, pero no siempre. Ayer, por ejemplo, no ocurrió. Sánchez Broto y Riesgo firmaron una actuación soberbia (sólo enturbiada por la acción del penalti que supuso el empate del Getafe), pero la verdad es que se limitaron a solventar magistralmente los pocos recados que recibieron.

Malgastada la primera mitad con un juego insulso, un homenaje al fútbol físico, a la presión entendida como el robo del balón por sí mismo, sin un fin, sólo por el placer de robar. En eso el Getafe salió ganando y redujo el partido a un force...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

A porteros magistrales, partidos divertidos, interesantes, incluso buenos, pero no siempre. Ayer, por ejemplo, no ocurrió. Sánchez Broto y Riesgo firmaron una actuación soberbia (sólo enturbiada por la acción del penalti que supuso el empate del Getafe), pero la verdad es que se limitaron a solventar magistralmente los pocos recados que recibieron.

Malgastada la primera mitad con un juego insulso, un homenaje al fútbol físico, a la presión entendida como el robo del balón por sí mismo, sin un fin, sólo por el placer de robar. En eso el Getafe salió ganando y redujo el partido a un forcejeo permanente del que no supo salir una Real bastante obtusa, sin dirección. Incluso la Real pudo salir malparada en un penalti clamoroso de Zubiaurre a Vivar Dorado que Mejuto (ya consolidado en la línea de los árbitros conservadores y un tanto vagos en las decisiones) convirtió en reprimenda al jugador madrileño. El empujón, dentro del área, se vio incluso en el graderío contrario.

REAL SOCIEDAD 1 - GETAFE 1

Real Sociedad: Riesgo; Zubiaurre, Labaka, Luiz Alberto, Garrido; Xabi Prieto, Aranburu, Alkiza (Mikel Alonso, m. 60), Gabilondo (Uranga, m. 76); Nihat (Alberto, m. 79) y Kovacevic.

Getafe: Sánchez Broto; Pulido (Pachón, m. 75), Belenguer, Nano, Pernía; Gallardo (Cotelo, m. 64), Rivas, Gabi, Vivar Dorado; Craioveanu (Míchel, m. 89) y Riki.

Goles: 1-0. M. 70. Centro de Xabi Prieto que desvía ligeramente Kovacevic y Nihat marca de tiro raso. 1-1. M. 80. Penalti de Riesgo a Pachón que transforma Pernía.

Árbitro: Mejuto González. Amonestó a Pulido, Rivas y Cotelo.

Unos 20.000 espectadores en Anoeta.

Los diez minutos tras la reanudación merecieron el el precio del partido, por intensos y por los protagonismos personales. Craioveanu malgastó un remate fácil por exceso de suavidad. Después Pulido marcó en propia puerta, pero Nihat estaba en fuera de juego; un minuto después llegó la jugada del partido: remató Pulido, despejó en el poste Riesgo, el balón se fue a los pies de Vivar Dorado que golpeó con violencia desde el área pequeña, pero Riesgo desde el suelo, hizo un escorzo, metió la manopla y despejó fuera del área pequeña.Probablemente fue, por su dificultad, la parada del año, la premonición de que ambos equipos, por una u otra causa, eran incapaces de marcar un gol. Sánchez Broto había hecho lo propio en la primera parte en un par de aproximaciones realistas.

Incluso, antes de la gran acción de Riesgo, se adivinó un segundo penalti, no señalado, de Zubiaurre a Riki, que mereció el mismo criterio del conservador Mejuto: reprimir al delantero.

El Getafe se desesperaba por su escaso acierto rematador, condenado a que su figura fuera Rivas, el medio centro defensivo, y la Real por su escasa conexión futbolista. Y en esto llegó el gol de Nihat tras un pase de Xabi Prieto (un futbolista sutil pero intermitente) que parecía sentenciar el partido. Un gol parecía una montaña excesiva para el Getafe, con dos futbolistas torpes en ataque (Craioveanu y Riki), incómodos pero previsibles. Sánchez Flores apeló a Pachón para formar una línea de tres delanteros. La apuesta le dio resultado: un rebote, un pase a Pachón en profundidad, Riesgo que da un paso atrás, en vez de adelante, y se ve obligado a hacer penalti. El cielo que había arañado Riesgo se le cayó encima de un plumazo y a la Real, en el camino, se le rompió el resultado. Quizás fue el resultado justo, aunque quizás ninguno de los dos porteros merecieron ser batidos.

Archivado En