Villancicos internacionales

La búlgara Ganka Mipeva ha acostumbrado a los vecinos de la pequeña localidad de Basardilla (Segovia), que cuenta con un centenar de habitantes, a incorporar villancicos de su país al repertorio de los españoles, como Peces en el río o Navidad, Navidad, durante la tradicional colocación del belén junto a un centenario acebal. Con una densa niebla, encabezados por la alcaldesa independiente, María Eugenia Garrido, una buena parte del vecindario de este municipio ubicado a los pies de la sierra del Guadarrama -cuyo término limita con la Comunidad de Madrid-, niños y j...

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La búlgara Ganka Mipeva ha acostumbrado a los vecinos de la pequeña localidad de Basardilla (Segovia), que cuenta con un centenar de habitantes, a incorporar villancicos de su país al repertorio de los españoles, como Peces en el río o Navidad, Navidad, durante la tradicional colocación del belén junto a un centenario acebal. Con una densa niebla, encabezados por la alcaldesa independiente, María Eugenia Garrido, una buena parte del vecindario de este municipio ubicado a los pies de la sierra del Guadarrama -cuyo término limita con la Comunidad de Madrid-, niños y jóvenes incluidos, acudió a la sierra a cumplir con la tradición de comer dulces y cantar coplas navideñas, en una zona muy próxima al puerto de Malangosto, donde se celebra la romería más alta de Europa, a cerca de 2.000 metros de altitud, y paraje de El libro de buen amor, obra clave de la literatura universal, en el que Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita, se encuentra con la Chata -"yo so la chata rezia que a los ommes ata; yo guardo el portazgo e el peaje cojo", le dijo-. Mipeva explicó al coro que la letra relataba un paisaje tranquilo, horas antes de celebrar la Navidad, con un hombre sobre un trineo que va a reunirse con su familia... Bajo la batuta del concejal Gaspar Payá, músico profesional y habitual acompañante de intérpretes como Moncho Alpuente, y el apoyo del también edil Rafael de Frutos, la mayoría del coro entendió a la primera que bialata significa blanca y, principalmente, se aferró al estribillo "zun zun zun" para concluir que habían obtenido el título internacional de intérpretes de villancicos.

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