Camps apuesta por el choque con el Gobierno para forzar elecciones
Rus logra el respaldo del 90% de los compromisarios del PP de Valencia con un tono populista
Francisco Camps, presidente del PP de la Comunidad Valenciana, apostó ayer por el choque con el Gobierno socialista para forzar su deterioro y la convocatoria de elecciones generales. "Para eso estamos aquí nosotros", sentenció Camps, "para que Mariano Rajoy sea presidente del Gobierno dentro de muy poco". La estrategia de choque, que explicó en la clausura del congreso provincial del PP de Valencia, gira en torno a la lengua y el trasvase del Ebro: "Poner en duda nuestras señas de identidad es lo mismo que quitarnos el agua del Ebro, porque es matar el crecimiento de un pueblo".
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Francisco Camps, presidente del PP de la Comunidad Valenciana, apostó ayer por el choque con el Gobierno socialista para forzar su deterioro y la convocatoria de elecciones generales. "Para eso estamos aquí nosotros", sentenció Camps, "para que Mariano Rajoy sea presidente del Gobierno dentro de muy poco". La estrategia de choque, que explicó en la clausura del congreso provincial del PP de Valencia, gira en torno a la lengua y el trasvase del Ebro: "Poner en duda nuestras señas de identidad es lo mismo que quitarnos el agua del Ebro, porque es matar el crecimiento de un pueblo".
Camps se alineó con el sector del PP que defiende el enfrentamiento sin cuartel con el actual Gobierno socialista para socavar la alianza del PSOE con Izquierda Unida y los nacionalistas catalanes de Esquerra Republicana de Catalunya que elevó a José Luis Rodríguez Zapatero a la presidencia. El presidente regional del PP y de la Generalitat esgrimió las armas del agua y la lengua como argumentos de confrontación. "Los valencianos saben que el PP es el único partido capaz de poner en marcha esta comunidad", dijo Camps, "somos los únicos que defendemos el agua que necesitamos, aquí y en toda España, los únicos que nos alegramos de la Expo de Zaragoza, las Olimpiadas de Madrid y la America's Cup, por eso quieren pararnos".
El presidente aprovechó la clausura del congreso provincial del PP de Valencia para reclamar la importancia de la organización regional del partido en clave orgánica tanto como su posición institucional en clave electoral. También celebró el éxito del congreso provincial que elevó a Alfono Rus, alcalde de Xàtiva, a la presidencia de la organización con el respaldo del 90% de los votos válidos emitidos para el núcleo duro de la ejecutiva y el 86% para la lista de la junta provincial.
Rus pidió el respaldo del congreso con un discurso populista en el que subrayó que, en el seno del PP, "cualquier militante puede aspirar a cualquier cargo, la prueba la tenéis en mí". El alcalde de Xàtiva invocó su procedencia "de pueblo", su apuesta por el trabajo para "no inclinarse ante nadie" y su futura dedicación a las bases del partido. "Soy el candidato de los militantes, de los afiliados que llenan sobres electorales", afirmó.
La lengua y las señas de identidad del pueblo valenciano estuvieron presentes en todas las intervenciones ante el pleno del congreso, pero Rus, con particular estilo, fue el más explícito de los oradores: "La lengua valenciana no es de ningún partido, pero nosotros no bebemos cava catalán, bebemos cava valenciano". Entre bromas y veras sobre la composición de la ejecutiva, el candidato abrevió el discurso para permitir que los militantes tuvieran tiempo de llegar a casa para ver el partido de fútbol entre el Barcelona y el Valencia y vaticinó un resultado: "Cero, dos".
El respaldo del 90% de los votos válidos emitidos por los compromisarios a la candidatura encabezada por Rus sorprendió a los más optimistas. El nuevo presidente provincial destacó el apoyo que recibió de Rita Barberá y del propio Camps para lanzarse a la carrera por el cargo y proclamó la más absoluta fidelidad al presidente regional: "No te defraudaré nunca, soy fiel, leal y amigo de mis amigos. Si te defraudo, de un golpe me tiras. Y todos los que vengan conmigo tendrán que serlo como yo, porque si no, de un golpe se irán a la calle".
Castellano evoca a Zaplana
Rus prometió luchar por ganar el apoyo del 10% de compromisarios que le negaron el respaldo y cerró el discurso con maneras socarronas: "Aquí [en la tribuna] me veis mejor, pero ahí abajo, soy el mismo de siempre".
Un alto cargo de la Generalitat anticipaba las claves del éxito de Rus: "Cuando un miembro del Consell negocia con un enviado del presidente de la Generalitat la composición de la ejecutiva provincial del partido en Alicante hace falta alguien que mueva a las bases para evitar su desbandada".
Serafín Castellano, presidente provincial saliente, aprovechó la sesión matinal del congreso para reivindicar el pasado reciente del PP de la Comunidad Valenciana y subrayar que los éxitos electorales logrados desde 1995 fueron resultado de la tarea desempeñada por el equipo elegido por Eduardo Zaplana. Castellano concedió que el PP de la Comunidad Valenciana ha vivido un "año y medio complicado", desde las pasadas elecciones autonómicas, pero apeló a la unidad: "La división no beneficia más que al PSPV, debemos contar con todos porque la unidad debe seguir siendo el pilar sobre el que construir el partido y ha sido la base de sus mayores éxitos".
"No están los mejores, están los que están"
Alfonso Rus bromeó a lo largo de su primera intervención ante el plenario del congreso provincial del PP de Valencia sobre las complicaciones que entraña elaborar una lista cerrada para la ejecutiva y el comité del partido. "Quita, pon, ahora me sobran diez, ahora me faltan dos, ¡hacer esta lista es más complicado que ganar las elecciones en un pueblo porque todos son amigos!". Dadas las circunstancias, no es raro que Rus afirmara: "Aquí no están los mejores, están los que están". En total, 72 personas, una de las mayores ejecutivas provinciales de la historia del PP.
A pesar del elevado número de cargos orgánicos designados por Rus, ni Serafín Castellano, presidente provincial saliente, portavoz del PP en las Cortes y ariete del sector zaplanista del partido en Valencia, fue incluido en la lista. Castellano aseguró que había pedido "no estar en la foto". Rus comentó que Castellano no le había pedido nada, pero situó como secretario general a Vicente Betoret, alcalde de Vilamarxant, una localidad vecina a Benissanó, el pueblo de Castellano. Betoret, además, ha sido uno de los primeros rivales del presidente provincial saliente en su propia comarca, el Camp de Túria.
Rus incluyó en la ejecutiva como vocales de designación directa a Juan Cotino, Esteban González Pons y Rafael Blasco, miembros del Consell. Gerardo Camps, consejero de Hacienda, fue nombrado presidente del comité electoral. Alicia de Miguel se convirtió así en la única consejera de la provincia de Valencia que no logra plaza en la ejecutiva provincial. De Miguel ha destacado, igual que Castellano, como representante del sector zaplanista en el enfrentamiento interno que ha vivido el PP valenciano desde que Eduardo Zaplana, portavoz en el Congreso, renunció a la presidencia regional el pasado mes de abril.
Fernando Giner, presidente de la Diputación de Valencia y declarado rival de Camps, sentenció a media mañana: "No voy a abandonar la presidencia de la Diputación y seré presidente hasta 2007 cuando el partido decidirá para las próxima legislatura quién puede ser el candidato". Giner forma parte de la ejecutiva provincial debido a su cargo institucional. La lista también incluye a Eduardo Ovejero, un hombre de Giner que cobró protagonismo como primer portavoz de la contestación interna a Camps.
Destaca el número de concejales del Ayuntamiento de Valencia que ocupan puestos de relevancia en la nueva ejecutiva provincial.
Lo mismo que el número de enmiendas formuladas a las ponencias debatidas en el congreso por Rafael Blasco, consejero de Territorio y Vivienda, y militante del PP desde hace poco. Blasco formuló el 20% de las enmiendas y cobró presencia como un militante muy activo.