José Luis Encinas cruza la guitarra española con la música china

El músico presenta hoy en Madrid el disco que grabó tras visitar Shanghai

En la primavera del año pasado, el guitarrista español José Luis Encinas (Palencia, 1966) viajó a China, invitado por la Sociedad General de Autores de España (SGAE), para impartir una clase magistral a los alumnos del Conservatorio de Shanghai. No imaginaba que descubriría allí una serie de instrumentos fascinantes y unas afinaciones musicales que podría cruzar con su propia música. Surgió entonces grabar con músicos chinos Guitarras de Shanghai, un disco sugerente y aventurero que hoy presenta en Madrid en el ciclo ConFusión, que ampara la Fundación Canal de Isabel II (Auditori...

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En la primavera del año pasado, el guitarrista español José Luis Encinas (Palencia, 1966) viajó a China, invitado por la Sociedad General de Autores de España (SGAE), para impartir una clase magistral a los alumnos del Conservatorio de Shanghai. No imaginaba que descubriría allí una serie de instrumentos fascinantes y unas afinaciones musicales que podría cruzar con su propia música. Surgió entonces grabar con músicos chinos Guitarras de Shanghai, un disco sugerente y aventurero que hoy presenta en Madrid en el ciclo ConFusión, que ampara la Fundación Canal de Isabel II (Auditorio, Mateo Inurria, 2, a las 21.00).

"Va a causar sensación ver en directo los instrumentos chinos, es muy atractivo", señala José Luis Encinas al hablar de las actuaciones que está ofreciendo por España para presentar Guitarras de Shanghai, cuarto disco de su carrera, que se puso a la venta el pasado verano. Se refiere a instrumentos de cuerda como el gu zhen, la pipa o el erhu, o de viento como el di zi, prácticamente desconocidos para el público occidental y que él ha incluido en su disco, interpretados por músicos chinos.

El disco es fruto del encuentro que tuvo en Shanghai hace poco más de un año, donde fue a explicar a los alumnos del conservatorio algunos de sus secretos con la guitarra española, de la que conoce tantos recursos como de la eléctrica, no en vano su primera escuela fue el rock. Poco sabía Encinas entonces de la música china, pero se encontró con una tímbrica y afinaciones que le parecieron fascinantes y susceptibles de poder mezclarse con su propia música y algunos clásicos de la tradición española. "Los músicos chinos conocen tan poco de nuestra música como nosotros de la suya. Para el oído occidental, a veces la música china nos suena monótona, al igual que ellos tampoco entienden cómo es la nuestra. Intuí un camino entre el pop, la guitarra clásica española, pasada por el chill, para ayudar a acercar y descubrir la música tradicional china".

Además de piezas de su autoría, Guitarras de Shanghai revisita fragmentos de composiciones de Rodrigo (Concierto de Aranjuez), Albéniz (Suite Española) y Giménez (La boda de Luis Alonso); otras basadas en la tradición musical china, e incluye una explicación final hablada sobre el funcionamiento y afinaciones de los cuatro instrumentos chinos con los que su guitarra dialoga a lo largo de toda la obra.

La elaboración de disco le ha hecho volver a Shanghai en más de una ocasión, aunque reconoce sus dificultades para entender del todo la cultura china: "Su lengua es muy difícil, y nos entendemos medio en inglés. Es un pueblo muy musical, tienen multitud de cantantes. En una ocasión me llevaron a un karaoke, que allí son de lujo, con camareros de pajarita. Se emocionan cantando juntos canciones chinas, pero también les pasa con éxitos americanos muy conocidos, incluso con los de Julio Iglesias".

Tender puentes

A pesar de las diferencias aparentes que puede haber entre las músicas española y china, no encuentra el guitarrista explicación al enorme desconocimiento entre una y otra. Cree que su disco, y la gira que está haciendo por España con músicos chinos, puede servir también para tender puentes:

"En occidente nos fascinan muchas cosas de la cultura oriental, y ya no nos suena raro la comida china, la acupuntura y cosas así", explica. "Sin embargo, a la comunidad china aún no la aceptamos bien. Seamos vampiros, aprovechemos todo lo que tenemos aquí, con tanta inmigración oriental, para sacar lo mejor de ellos, empezando por ofrecerles una vida más digna. Tienen mucho que enseñarnos, y no sólo en música". José Luis Salinas no descarta que el camino iniciado con Guitarras de Shanghai pueda tener continuidad.

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