El regreso de un duro

Roberto Fabián Ayala echa la vista atrás y revive un calvario, el pasado desde que se lesionó en los Juegos de Atenas hasta hace unos días, cuando el menisco le permitió entrenarse al mismo ritmo que sus compañeros. En medio, las prisas del club por recuperarle, urgencia que provocó su recaída en vísperas del partido de la Liga de Campeones ante el Inter, el pasado octubre. "Todos metimos un poco la pata", confiesa ahora el central argentino del Valencia, que podría estrenarse mañana ante el Numancia en Mestalla si el técnico, Claudio Ranieri, le incluye en la convocatoria. Todo apunta a que s...

Roberto Fabián Ayala echa la vista atrás y revive un calvario, el pasado desde que se lesionó en los Juegos de Atenas hasta hace unos días, cuando el menisco le permitió entrenarse al mismo ritmo que sus compañeros. En medio, las prisas del club por recuperarle, urgencia que provocó su recaída en vísperas del partido de la Liga de Campeones ante el Inter, el pasado octubre. "Todos metimos un poco la pata", confiesa ahora el central argentino del Valencia, que podría estrenarse mañana ante el Numancia en Mestalla si el técnico, Claudio Ranieri, le incluye en la convocatoria. Todo apunta a que será así.

Ayala (Paraná, 31 años) disputó su último partido como valencianista el pasado 23 de mayo, contra el Albacete en Mestalla. Después se marchó con su selección a disputar la Copa América y los Juegos griegos. En la final de la cita ateniense, entre Argentina y Paraguay, se rompió el menisco de su rodilla derecha, del que fue operado el 30 de agosto, dos días después de dañárselo.

Las articulaciones de Ayala dijeron basta en la final olímpica. Llevaba dos años a todo tren, sin apenas descansar. "Nadie quiere parar así", afirma el central argentino, "pero el cuerpo es sabio y lo pidió". Hay un detalle que habla por sí solo de la exagerada vena competitiva de Ayala, de su carácter ganador: pese a estar lesionado, acabó el partido que proclamó a Argentina campeona olímpica. "Cualquier otro", asegura uno de los médicos que le trató, el doctor Gastaldi, "no hubiera podido andar, pero Ayala permaneció en el campo hasta el final".

La recuperación no ha sido fácil. El doctor Gastaldi insinuó que el regreso del futbolista se había demorado debido a una cuestión anímica. "¿Cómo iba a ser un problema psicológico si me llegaron a sacar líquido sinovial de la rodilla?", responde Ayala, cuya lesión llegó a poner en el disparadero al cuerpo médico del club, cuestionado también por la recaída que sufrió otro de los pilares del cuadro valencianista, el extremo Vicente, ya recuperado.

Para un futbolista tan competitivo como Ayala, ha debido resultar especialmente duro asistir al desplome de su equipo en la Copa del Rey y en la Liga de Campeones. "Siempre sufro más cuando no juego", asegura.

La vuelta de Ayala se ha visto empañada por la enésima lesión que afecta a la maltratada plantilla del Valencia esta temporada. El centrocampista maliense Mohamed Sissoko sufre una rotura compleja del cuerpo medial del menisco interno que se produjo mientras se entrenaba ayer por la mañana. Sissoko, de 19 años, estará dos meses de baja tras haber sido sometido a una artroscopia en la rodilla izquierda. El maliense venía cubriendo la baja de Albelda, recién recuperado de la rotura fibrilar que sufrió el pasado mes durante un entrenamiento.