Transmitir autenticidad
La actuación del norteamericano Talib Kweli resultó francamente extraordinaria. Cierto es que venía brillantemente acompañado por el ex componente del grupo Herbalizer Ollie Teeba a los platos. Pero también lo es que Talib consiguió que, pese a la excesiva uniformidad del género, se transmitiera con claridad algo especial que no dejó que nadie se sustrajera al ritmo. Aun reconociendo que para oídos profanos resulta difícil sacarle todo el jugo a un rapper que se expresa en una lengua ajena, Kweli se hacía entender perfectamente con su modo de rimar y el ritmo sabiamente impreso por un p...
La actuación del norteamericano Talib Kweli resultó francamente extraordinaria. Cierto es que venía brillantemente acompañado por el ex componente del grupo Herbalizer Ollie Teeba a los platos. Pero también lo es que Talib consiguió que, pese a la excesiva uniformidad del género, se transmitiera con claridad algo especial que no dejó que nadie se sustrajera al ritmo. Aun reconociendo que para oídos profanos resulta difícil sacarle todo el jugo a un rapper que se expresa en una lengua ajena, Kweli se hacía entender perfectamente con su modo de rimar y el ritmo sabiamente impreso por un pinchadiscos que se lució tanto en la selección de las bases como en los trucos o suertes rítmicas del turn tablism que supo exhibir. Teeba tuvo asimismo oportunidad de lucirse en solitario varias veces. Kweli aprovechó para presentar alguno de los cortes de su último disco, The beautiful struggle, mientras se sacaba también de la manga canciones de las épocas en las que militó en el grupo Black Star y en el dúo Reflection Eternal. Fue un excelente concierto en el que se mezcló un modo de rimar que resultaba tremendamente auténtico y que tenía cierto sabor a la old school del rap.
Talib Kweli
Talib Kweli (MC) y Ollie Teeba (DJ). Sala Divino Aqualung. Madrid, 2 de diciembre.