Serrat dice que se sentirá recuperado del todo cuando vuelva al escenario

"Sólo quería deciros que ya estoy en casa, la cosa es evidente, pero quería confirmarla personalmente". Con estas palabras y una enorme sonrisa, Joan Manuel Serrat inició ayer, en Barcelona, su tumultuosa comparecencia ante los periodistas. Aseguró que se encuentra bien, aunque añadió que no se sentirá recuperado del todo hasta que "pueda volver a subir a un escenario; no sólo con la ilusión de siempre, sino con la misma capacidad de respuesta que antes".

"Quería agradecer públicamente todo el apoyo que hemos recibido, tanto yo como mi familia. Mensajes de ánimo no sólo de amigos, sino ...

"Sólo quería deciros que ya estoy en casa, la cosa es evidente, pero quería confirmarla personalmente". Con estas palabras y una enorme sonrisa, Joan Manuel Serrat inició ayer, en Barcelona, su tumultuosa comparecencia ante los periodistas. Aseguró que se encuentra bien, aunque añadió que no se sentirá recuperado del todo hasta que "pueda volver a subir a un escenario; no sólo con la ilusión de siempre, sino con la misma capacidad de respuesta que antes".

"Quería agradecer públicamente todo el apoyo que hemos recibido, tanto yo como mi familia. Mensajes de ánimo no sólo de amigos, sino también de desconocidos y medios de comunicación, que nos han ayudado mucho a poder tirar adelante en estos días de incertidumbre. Me he sentido muy bien acompañado", reconoció el cantautor, que toreó con buen humor la maraña de fotógrafos y cámaras televisivas que le esperaban en el auditorio de la Sociedad General de Autores (SGAE).

Allí, vestido con un jersey gris sobre una camiseta negra y con un botellín de agua en la mano, reiteró agradecimientos a las muestras de cariño recibidas durante los días en que ha estado ingresado en la Clínica Quirón. "Me encuentro bien", afirmó, y bromeando prosiguió: "Podría utilizar aquella frase que pronunció Audrey Hepburn siendo ya mayor. Le preguntaron cómo se encontraba y respondió: 'Perfectamente, sin entrar en detalles'. Pues, si no entramos en detalles, me encuentro mucho mejor de lo que se podía esperar y mucho peor de lo que desearía. No estoy como para bailar un tanguillo, pero me encuentro bien".

Más delgado

Serrat, algo más delgado pero con un semblante pletórico que en nada insinuaba que sólo han pasado 16 días desde la operación en que le fue extirpado un tumor de la vejiga, confirmó el éxito total de la intervención que culminó dos años de tratamiento. "Ya no tengo que seguir ningún otro tipo de tratamiento", afirmó. "La cirugía y los análisis posteriores han salido muy bien, ahora sólo tendré que cuidarme un poco más", añadió.

Hasta bromeó sobre su conocida afición al fútbol. "El día que salí del quirófano, el Barça ganó un partido, pero no pude verlo, porque tengo problemas con el pay per view pero, por suerte, siempre me queda la radio. La verdad es que me gustaría recuperarme antes que Larsson, aunque va a ser difícil por la fortaleza que tiene el jugador", comentó.

En cuanto a su vuelta a los escenarios, no quiso comprometerse. "¡Qué más me gustaría que marcarme una fecha! Es el envase el que me va a marcar el timing y lo hará con la sabiduría de la naturaleza". El cantautor no quiso dramatizar en ningún momento sobre su experiencia y afirmó que no creía haber vuelto a nacer. "Es un incidente en la vida que le puede pasar a cualquiera. En este momento seguro que a alguien le están dando una noticia similar. En la vida hay cosas que te marcan más que un problema como el que yo he tenido, cosas que te afectan el alma y no el cuerpo. Lo mío ha sido una reparación. He estado en el taller y me han hecho una reparación a fondo, porque de corte y confección ha habido bastante", señaló el cantautor.

Serrat confesó que, durante el trance, en todo momento había pensado en su trabajo y también en la canción que Carlos Cano compuso cuando ingresó en el hospital por una rotura de aneurisma aórtico. "No he pensado en escribir nada sobre esto, pero todas las experiencias me marcan e influyen en mi trabajo".

Joan Manuel Serrat se despidió con una sonrisa, reiterando su agradecimiento y, como si nada hubiera sucedido, inmediatamente se interesó por los hijos de un antiguo colaborador y estuvo charlando con el camarero sobre la salud de su familia.