Una propuesta poco generosa

Los operadores financieros anhelaban que Argentina formulara a principios de este mes una propuesta de pago que mejorara los precios a los que en la actualidad cotizan los bonos impagos, con una quita real del 68,5% o 67,5%. Los economistas de Wall Street consideraban que sólo así se aseguraría el éxito de la oferta. En contraposición, el Comité Global de Tenedores de Bonos de Argentina (GCAB, según sus siglas en inglés) se resigna a perder sólo el 45% del valor presente neto.

Finalmente, la oferta de Argentina resultó menos generosa que lo previsto: JP Morgan calculó que implica una ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Los operadores financieros anhelaban que Argentina formulara a principios de este mes una propuesta de pago que mejorara los precios a los que en la actualidad cotizan los bonos impagos, con una quita real del 68,5% o 67,5%. Los economistas de Wall Street consideraban que sólo así se aseguraría el éxito de la oferta. En contraposición, el Comité Global de Tenedores de Bonos de Argentina (GCAB, según sus siglas en inglés) se resigna a perder sólo el 45% del valor presente neto.

Finalmente, la oferta de Argentina resultó menos generosa que lo previsto: JP Morgan calculó que implica una poda del 70%; Goldman Sachs, de un 71%, y Crédit Suisse First Boston (CSFB), de un 69% al 71%.

Argentina ofrece tres clases de bonos. Para los inversores minoristas se emitirán hasta 10.000 millones de dólares en bonos sin quita de capital, pero con un plazo de 34 años e interés de hasta el 4,74% en los denominados en euros. Si la oferta supera el 70% de aprobación, se repartirán hasta 15.000 millones de dólares.

Un segundo título para los fondos de pensiones, con una reducción del 33% del capital, un plazo de 41 años, un tipo del 3,31% y sólo en pesos, se emitirá por hasta 8.300 millones de dólares. Por último, la demanda remanente se satisfará con los bonos preferidos por los inversores institucionales, que incorporan un descuento del 66% del principal, pero ofrecen un plazo de 29 años y un interés de hasta el 7,82% para los denominados en euros.

En total se repartirán hasta 38.500 millones de dólares si la participación en el canje resulta inferior al 70% o hasta 41.800 millones si se mejora ese listón.