Unió no pactará con el PP porque ve en él "fascismo y comunismo"

Pujol exige a Duran y a Mas lealtad mutua al frente de CiU

Josep Antoni Duran Lleida, líder de Unió Democrática, descartó ayer abandonar la federación de CiU y pactar con el PP, porque en este partido, aseguró, "hay fascismo y comunismo", y ello le impide ocupar la centralidad política, en opinión del líder democristiano. Duran Lleida realizó estas manifestaciones en su discurso ante la militancia de CiU, reunida en una conferencia en Tarragona para sancionar la reforma de la dirección de la federación nacionalista catalana.

Duran Lleida aseguró: "Como [los italianos] Gianfranco Fini, que viene del fascismo italiano y ahora está en un partido d...

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Josep Antoni Duran Lleida, líder de Unió Democrática, descartó ayer abandonar la federación de CiU y pactar con el PP, porque en este partido, aseguró, "hay fascismo y comunismo", y ello le impide ocupar la centralidad política, en opinión del líder democristiano. Duran Lleida realizó estas manifestaciones en su discurso ante la militancia de CiU, reunida en una conferencia en Tarragona para sancionar la reforma de la dirección de la federación nacionalista catalana.

Duran Lleida aseguró: "Como [los italianos] Gianfranco Fini, que viene del fascismo italiano y ahora está en un partido democrático, o Massimo d'Alema, que procede del comunismo, también el PP es un partido democrático que además recoge las dos tradiciones, porque dentro hay fascismo y también hay gente del comunismo".

Tras Duran Lleida, tomó la palabra Jordi Pujol, que dio un tirón de orejas a los máximos dirigentes de Convergència i Unió (CiU), el convergente Artur Mas y el democristiano Josep Antoni Duran Lleida. El nuevo presidente fundador de la federación les exigió que actúen siempre bajo el principio de la lealtad mutua y aparquen sus ambiciones personales si consideran, como él, que el objetivo común de CiU es recuperar el Gobierno catalán.

"Los documentos [que tenía que aprobar la conferencia] son necesarios, pero lo determinante son las actitudes de comprensión entre unos y otros, de lealtad, de empatía y patriotismo", afirmó Pujol.

El toque de atención no fue casual. Minutos antes, Duran Lleida había proclamado el derecho del partido que lidera, Unió Democràtica, a aportar a CiU "los activos ideológicos y personales" que considere oportunos sin que sea interpretado con voluntad rupturista.

Centralidad política

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Duran se esforzó en que sus palabras no provocaran suspicacias entre sus socios convergentes y, así, prometió su lealtad al proyecto nacionalista de CiU y descartó que, en el futuro, Unió abandone la federación nacionalista y promueva con el PP una operación política al estilo de la UPN navarra. Sobre todo porque el PP "nunca podrá ocupar la centralidad política en Cataluña", aseguró el democristiano, ya que es un partido en el que "hay fascismo y comunismo". "Ya nos preocuparemos para que este gran valor de la centralidad no nos lo robe", añadió.

Duran Lleida quiso dejar claro que Unió no es una formación advenediza en política: tiene 73 años de vida. Recordó que en la Segunda República, Unió rechazó, pese a los insistentes cantos de sirena, incorporarse a la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas) de José María Gil Robles. "Continuaremos unidos y no daremos ni razones ni motivos a nadie para que ocupe nuestro espacio", añadió. De paso, insistió en que la mejor fórmula para cohesionar CiU es la federación, rechazando así la posibilidad de una fusión que tanto ansían desde Convergència.

Estas afirmaciones iban dirigidas al aparato de sus socios convergentes, dominado por el sector soberanista que se desvive por estrechar lazos con los independentistas de Esquerra.

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