Respaldo a Luis Aragonés y anuncio de amnistía

Aliviado después de aguardar con aire circunspecto el final del recuento de los votos, Ángel María Villar se presentó exultante después de intercambiar abrazos con todos los partidarios que le salían al paso. "Pues claro que estaba nervioso, pero, al mismo tiempo, sabía que iba a ganar", aseguró a asambleístas y periodistas a partes iguales.

Pese a mostrarse muy tenso durante toda la jornada, el reelegido presidente de la federación recalcó que nunca había creído en la victoria de su rival, Gerardo González. "Siempre habíamos pensado que la diferencia iba a estar entre 15 y 20 votos, co...

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Aliviado después de aguardar con aire circunspecto el final del recuento de los votos, Ángel María Villar se presentó exultante después de intercambiar abrazos con todos los partidarios que le salían al paso. "Pues claro que estaba nervioso, pero, al mismo tiempo, sabía que iba a ganar", aseguró a asambleístas y periodistas a partes iguales.

Pese a mostrarse muy tenso durante toda la jornada, el reelegido presidente de la federación recalcó que nunca había creído en la victoria de su rival, Gerardo González. "Siempre habíamos pensado que la diferencia iba a estar entre 15 y 20 votos, como así ha sido (98-78)", apuntó.

Las mismas palabras, pero con un tono más amargo se escucharon en su contrincante. "Estamos sorprendidos porque los números que nosotros manejábamos eran iguales, sólo que al revés", replicó González, para quien "posiblemente" hubo gente que no ha resistido las presiones y se han inclinado por el continuismo". "Razón de más", añadió, "para dar las gracias a esos 78 que sí han sido fieles y han confiado en mí de principio a fin".

Villar, que fue felicitado por teléfono por el secretario de Estado, Jaime Lissavetzky, mostró respeto por sus adversarios y atajó cualquier duda acerca del proceso democrático llevado a cabo. "Ha sido una votación libre. Hemos sido un ejemplo por cómo se han desarrollado las elecciones", dijo.

Vistas las dificultades con que cerró su cuarto mandato, el dirigente se ofreció a todos los asambleístas "para sacar el fútbol adelante". "Ahora sólo quiero trabajar como en estos 16 años", recalcó. Sus primeras medidas fueron ratificar como seleccionador nacional a Luis Aragonés y mostrarse dispuesto a aplicar una amnistía -tal y como ya hizo al comienzo de otros mandatos-, con la que podría quedar sin efecto el cierre del Camp Nou por incidentes ante el Madrid.

"Futuro con nubarrones"

"No quiero que nadie entienda que lo que voy a decir es por el resquemor de la derrota, pero creo que se avecina un futuro con muchísimos nubarrones", auguró con el ceño siempre fruncido Gerardo González; "la situación de la casa pedía y exigía un cambio, pero no ha podido ser. A la postre, han sido los asambleístas, los representantes del fútbol español, los que han elegido esta opción y en toda democracia hay que aceptar la decisión de las mayorías".

En el lado vencedor, Villar tiró de oficio cuando le preguntaron cuándo se retirará: "Por favor, primero déjenme empezar". Después, haciendo un matiz, invitó a los miembros de la asamblea a un almuerzo. "Pero sólo a los que me han votado", bromeó con una sonrisa.

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