La Abadía abre sus puertas al mágico océano de Aracaladanza
Pulpos gigantes, sirenas, perlas, buceadoras, medusas y peces que pasean son personajes del insólito océano de ¡Nada... nada!, la propuesta escénica que la compañía Aracaladanza y su director, Enrique Cabrera, llevan al teatro de la Abadía de Madrid, donde anoche se estrenó este montaje que fusiona danza y títeres.
Desde hace tres años esta compañía tiene una cita con los espectadores más jóvenes de este espacio madrileño dirigido por José Luis Gómez, a quien le preocupa especialmente generar hábitos teatrales en los niños, con espectáculos de gran rigor escénico.
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Pulpos gigantes, sirenas, perlas, buceadoras, medusas y peces que pasean son personajes del insólito océano de ¡Nada... nada!, la propuesta escénica que la compañía Aracaladanza y su director, Enrique Cabrera, llevan al teatro de la Abadía de Madrid, donde anoche se estrenó este montaje que fusiona danza y títeres.
Desde hace tres años esta compañía tiene una cita con los espectadores más jóvenes de este espacio madrileño dirigido por José Luis Gómez, a quien le preocupa especialmente generar hábitos teatrales en los niños, con espectáculos de gran rigor escénico.
¡Nada... nada, que cuenta con un horario adaptado a los hábitos del público al que va dirigido: seis de la tarde y muchos días a las 11.30 de la mañana, es un espectáculo de danza y títeres para espectadores a partir de tres años "y para todos aquellos adultos que sean capaces de descubrir ese mundo fantástico que busca repetirse en nuestros sueños", comentan Cabrera y Javier Torres, productor del montaje.
Aracaladanza destaca en el mundo de la escena por su inusual manera de trabajar, ya que tratan de poner en escena visiones de la imaginación que dan como resultado espectáculos insólitos y de alta calidad. Ésta es la primera vez que se les programa en la Abadía con un estreno absoluto que aún no ha visto nadie, algo que el director y el productor viven como una muestra de que han logrado granjearse la confianza de José Luis Gómez y su equipo.
En años anteriores presentaron en este mismo espacio Visto y no visto y Maletas, montajes en los que los espectadores adultos se involucraron especialmente, al margen de la gran aceptación por parte de los más pequeños.