El Sol cumple 25 años como templo musical
El aniversario reunirá a artistas como Alaska, Antonio Vega, Loquillo y Los Ronaldos
Con Loquillo, Aviador Dro, Antonio Vega, Jaime Urrutia, Alaska y unos Ronaldos reagrupados para la ocasión, la sala El Sol recuperará durante todo el mes de noviembre y parte de diciembre el mismo espíritu que alumbró su inauguración hace justo 25 años, cuando quisieron dar luminosidad y alegría a las noches madrileñas con un nombre tan sugerente.
Durante un mes largo, la emblemática sala del número 3 de la calle Jardines, en pleno corazón de la capital, revivirá los días de la movida, de la que fue foco y emisor en sus primeros momentos. Es una forma de recordar que el Sol sale todas l...
Con Loquillo, Aviador Dro, Antonio Vega, Jaime Urrutia, Alaska y unos Ronaldos reagrupados para la ocasión, la sala El Sol recuperará durante todo el mes de noviembre y parte de diciembre el mismo espíritu que alumbró su inauguración hace justo 25 años, cuando quisieron dar luminosidad y alegría a las noches madrileñas con un nombre tan sugerente.
Durante un mes largo, la emblemática sala del número 3 de la calle Jardines, en pleno corazón de la capital, revivirá los días de la movida, de la que fue foco y emisor en sus primeros momentos. Es una forma de recordar que el Sol sale todas las noches en Madrid desde hace 25 años. Un viaje al pasado -"sin el menor atisbo de nostalgia, sino pensando que lo bueno está aún por venir", según dijo ayer el guitarrista del megagrupo Los Anónimos, Fernando Martín, en la actuación mañanera que sirvió para presentar las celebraciones.
La fiesta de El Sol tiene tres frentes: el de la propia dirección de la sala, orgullosa de su historia, personalizada en su gestor desde hace 11 años, el economista Nacho Moreno; el de Radio 3, que comparte el mismo tiempo de vida que la sala, con su directora Beatriz Pécquer al frente, y el de la nueva página web para profesionales de la comunicación musical (www.heinekenprom.com), que nacía justo ayer, presentada por su director, el periodista Bruno Galindo.
Dos cumpleaños, por tanto, casi gemelos, y un nacimiento para reivindicar, además, la necesidad de espacios donde sea posible que los madrileños vivan la música en directo.
El Sol ha sido en estos 25 años referente de la agitación musical en vivo, un local imprescindible para entender la evolución del pop y el rock español de un cuarto de siglo, así que era obligado que en la pequeña fiesta que ayer celebraba la efeméride, las tres autoridades que intervinieron reclamaran la necesidad de ampliar el número de locales donde la música sea interpretada en directo por músicos.
"Ésta es una celebración de supervivientes", señaló Pécquer, quien anunció que todos los conciertos conmemorativos del 25º aniversario de El Sol van a ser retransmitidos en directo por Radio 3 "para que los disfruten en toda España y todos los que no puedan asistir en persona".
Cada uno de los conciertos, anticipó Pécquer, estarán presentados por los locutores de Radio 3. A Jesús Ordovás le tocará Aviador Dro y Antonio Vega; a Diego Manrique, Loquillo; Pilar Arzak lo hará de Jaime Urrutia, y Carlos Pina, de Alaska con Fangoria en una sesión especial en la que la que fue musa de la movida ejercerá de pinchadiscos.
En torno a la movida
Las actuaciones de estos artistas que nacieron en los ochenta pero que aún siguen vigentes se complementarán con las de grupos que vinieron después siguiendo su estela. Pendiente de algunas sorpresas y confirmaciones, el resto del cartel lo formarían Sexy Sadie, Australian Blonde, Pequeño Pécker, The Sunday Drivers, M-Clan, Cooper, Mastretta, Sôber, Chucho, Pereza, La Mala y Los Ronaldos.
En los últimos meses, El Sol ha sufrido una transformación profunda que le ha tenido cerrado durante el mes de agosto, la temporada más larga de inactividad en todo el tiempo que lleva funcionando. Aparentemente todo parece igual que antes de la reforma, pero una zapata de hormigón y caucho ha elevado su suelo cerca de 25 centímetros, altura que se comprueba observando un peldaño menos en el escenario y un tramo menos en la escalera de bajada.
"Lo hemos tirado entero para que el nuevo suelo sirviera de amortiguación y la música y el baile no molestara a ningún vecino", explicó el gestor de la sala. "Luego hemos tenido que rehacer todo tal cual estaba para que mantuviera la misma decoración, luz y ambiente de hace 25 años".