El complicado factor social

La meta del presidente Vladímir Putin de duplicar el PIB de Rusia para 2010 es imposible de cumplir con el actual ritmo de crecimiento. Kudrin lo reconoció en una polémica con el primer ministro, Mijaíl Fradkov, durante una reunión gubernamental en agosto pasado. El titular de Finanzas afirmó entonces que para lograr un crecimiento anual sostenido del 7,5%, necesario para duplicar el PIB en el plazo planteado por Putin, habría que garantizar la realización de reformas estructurales en los sectores de la energía, transporte y servicios comunales. El Gobierno ruso no se ha atrevido a forzar esta...

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La meta del presidente Vladímir Putin de duplicar el PIB de Rusia para 2010 es imposible de cumplir con el actual ritmo de crecimiento. Kudrin lo reconoció en una polémica con el primer ministro, Mijaíl Fradkov, durante una reunión gubernamental en agosto pasado. El titular de Finanzas afirmó entonces que para lograr un crecimiento anual sostenido del 7,5%, necesario para duplicar el PIB en el plazo planteado por Putin, habría que garantizar la realización de reformas estructurales en los sectores de la energía, transporte y servicios comunales. El Gobierno ruso no se ha atrevido a forzar estas reformas, porque ello significaría, entre otras cosas, aumentar los precios del gas, la electricidad y los servicios comunales, con las consecuencias que tendría para la industria nacional y la población. Y si el Gobierno calcula el crecimiento del PIB en el 6,9% para este año, para el 2005 el pronóstico es más bajo: del 6,3%.

Para "alcanzar un modelo de desarrollo económico sustentable hay que cambiar los líderes de crecimiento", opina el ministro de Economía, German Gref. Actualmente, el principal motor del crecimiento es el sector de materias primas, que produce el 70% del PIB y al que se canaliza cerca de 74% de las inversiones. El petróleo y gas aportan el 27% del crecimiento, por lo que salta a la vista la necesidad de diversificar la economía rusa.

A pesar de que los ingresos reales de la población aumentan sostenidamente -el 9,8% en el primer semestre de este año-, las tensiones sociales siguen siendo grandes. "La diferenciación entre pobres y ricos aumenta", según reconoce el vicejefe de Gobierno, Alexandr Zhúkov. Todavía oficialmente hay en Rusia 30 millones de personas que viven bajo el nivel de la pobreza, y el Gobierno ha aprobado una reforma social que implica la eliminación de una serie de beneficios para amplios sectores de la población, lo que ha provocado protestas. Además, el salario mínimo es de sólo 16,5 euros -a partir del 1 de enero de 2005 aumentará a unos 20 euros- en circunstancias que oficialmente el ingreso mínimo vital en el segundo trimestre de este año era de 65 euros por persona.