¿Dónde estaba Marat Safin?

Aunque entró en el Masters de Madrid como tercer cabeza de serie, pocos contaban con él. La temporada de Marat Safin no invitaba a muchas alegrías. Había perdido en su primer partido en seis torneos y, a pesar de que en enero había alcanzado la final del Open de Australia, resultaba difícil recordar cuándo jugó realmente bien por última vez. Sin embargo, su calidad seguía ahí, latente, intacta. Y en el Rockódromo, Safin resurgió ayer como un ciclón para acabar con la trayectoria del estadounidense Andre Agassi, al que derrotó en dos mangas por 6-3, 7-6 (7-4) en 1 hora y 34 minutos. El ruso, fo...

Aunque entró en el Masters de Madrid como tercer cabeza de serie, pocos contaban con él. La temporada de Marat Safin no invitaba a muchas alegrías. Había perdido en su primer partido en seis torneos y, a pesar de que en enero había alcanzado la final del Open de Australia, resultaba difícil recordar cuándo jugó realmente bien por última vez. Sin embargo, su calidad seguía ahí, latente, intacta. Y en el Rockódromo, Safin resurgió ayer como un ciclón para acabar con la trayectoria del estadounidense Andre Agassi, al que derrotó en dos mangas por 6-3, 7-6 (7-4) en 1 hora y 34 minutos. El ruso, formado tenísticamente en Valencia, disputará hoy (15,00, La 2) la final al argentino David Nalbandián, que eliminó al croata Ivan Ljubicic por 6-4, 6-4, a pesar de que jugó infiltrado para no sentir el dolor en el dedo gordo del pie derecho.

"¿Cree que ha jugado su mejor partido en mucho tiempo?", le preguntaron al ruso. Y Safin respondió sin tapujos. "Sí. Y estoy realmente sorprendido por haber jugado tan bien. Había atravesado una larga racha de falta de confianza y ahora parece que la he recuperado". Desde que ganó el Open de EE UU en 2000 con aquella memorable victoria sobre Pete Sampras en la final, la carrera profesional de Safin había estado marcada por los altibajos. A la final del Open de Australia de 2002 y las semifinales de Roland Garros (2002) y del Open de EE UU (2001) había unido algunos resultados impropios de su categoría.

Y este año se le había visto salir de Wimbledon y del Open norteamericano hundido tras perder en la primera ronda. Sólo su victoria en Pekín en septiembre le había proporcionado una cierta alegría. Para alguien de su nivel, aquello no era una gran victoria. La cuestión es que llegó a Madrid viendo una luz en el horizonte y con la posibilidad de asegurarse una plaza para el Masters de Houston.

Aunque ni la altura ni las condiciones del torneo madrileño le favorecían, Safin saltó a la pista a dar lo mejor de sí mismo. Y lo consiguió. "Agassi tampoco tiene ya 23 años y se cansa más", comentó el ruso, de 24. El estadounidense sigue en una excelente condición física, pero le cuesta más recuperarse. Y ayer acusó el esfuerzo que el viernes había realizado para eliminar a Tommy Robredo. El gran Safin está de vuelta.