FÚTBOL | Copa de la UEFA: Athletic-Parma, Lazio-Villarreal y Zaragoza-Utrecht

Gilardino, el último activo del Parma

El joven atacante italiano, pretendido por varios equipos, es la única estrella que le queda al club de Parmalat tras su grave crisis financiera

"Renovar a Gilardino [hasta 2007] es una demostración de la voluntad de los actuales mandatarios del Parma de mantener el alto nivel competitivo, dentro del respeto a la tradición de este club". Las palabras de Angiolini, el presidente del club italiano, parecían más un eco que una voz.

Gilardino es la última, y la única, sensación del Parma, que hoy se enfrenta al Athletic en el partido inaugural de la liguilla de la Copa de la UEFA. En Italia todos dan por hecho que el joven delantero italiano emigrará de Parma a un equipo con mayor jerarquía siguiendo la senda de anteriores figuras q...

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"Renovar a Gilardino [hasta 2007] es una demostración de la voluntad de los actuales mandatarios del Parma de mantener el alto nivel competitivo, dentro del respeto a la tradición de este club". Las palabras de Angiolini, el presidente del club italiano, parecían más un eco que una voz.

Gilardino es la última, y la única, sensación del Parma, que hoy se enfrenta al Athletic en el partido inaugural de la liguilla de la Copa de la UEFA. En Italia todos dan por hecho que el joven delantero italiano emigrará de Parma a un equipo con mayor jerarquía siguiendo la senda de anteriores figuras que emigraron tras la crisis de Parmalat que sumió al equipo en la depresión económica.

De 22 años, Gilardino fue campeón europeo sub 21 y participó en los Juegos Olímpicos de Atenas, aunque Giovanni Trapattoni, un técnico conservador y conciliador, le dejó fuera, extrañamente, del Campeonato de Europa de Portugal. Hoy es uno de los delanteros de moda en el calcio, que milita en un equipo menor: actualmente, antepenúltimo en la Liga con tres empates y tres derrotas.

Desde que se sumió en la crisis láctea, el Parma ha reestructurado su conjunto por la vía rápida: vender a las figuras y promocionar la cantera. En el Parma militaba la temporada pasada, cedido, un brasileño, de nombre Adriano, que hoy es una de las sensaciones mundiales y en el que algunos entreven al nuevo Ronaldo. Ahora juega en el Inter. Antes se marcharon otros como Crespo o Verón y después centrocampistas como Barone y Blassi, el defensa Ferrari o el delantero Mutu -ahora implicado en el Chelsea en un caso de dopaje con cocaína.

Sólo queda Gilardino, el único en una plantilla de noveles y meritorios. Y nada hace pensar que el Parma haga un esfuerzo sobrehumano que no hizo con sus antiguos compañeros.

Gilardino, espigado y ágil, no puede él solo con el Parma, desasistido por centrocampistas poco duchos y mal resguardado por una defensa frágil. Cuesta creer que un muchacho en progresión geométrica pueda durar en un club actualmente menor.

Del viejo Parma queda Arrigo Sacchi, ahora consultor externo del club para formular la reconversión de una entidad que ha cambiado su futuro. Nació para la abundancia y ahora vive en la modestia. Tanta humildad que hasta el propio Sacchi ha reconocido que el Parma debe centrarse en salvarse en la Liga marginando la Copa de la UEFA.

El técnico, Silvio Baldani, vive en la indefinición y se limita a decir que sus jugadores "deben correr y correr en vez de hablar". Algunos medios incluso apuntan que, tras la ultima derrota, ante el Brescia, podría haber presentado su dimisión, no aceptada. Él ni lo niega ni lo confirma.Tampoco si jugará Gilardino. No parece probable: su destino es de otro mundo.

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