Crónica:FÚTBOL | Séptima jornada de Liga

El Sadar sigue siendo una montaña rusa

Entrar en El Sadar es montarse en una montaña rusa a medio construir. Emociones suicidas, barrenas, caídas, lipotimias o subidones de adrenalina en 90 minutos y con la garantía de que ningún viaje será igual que otro. Por ejemplo, si Osasuna se precia de tener una defensa hiperdesarrollada y magnánima, ayer el área de Sanzol estaba apagada o fuera de cobertura. El Albacete lo confirmó con dos tímidas aproximaciones, de patio de colegio, y se encontró con dos goles de regalo. Con el partido ganado en el minuto 40, el guardameta navarro y su incomunicación con la defensa propició una remontada q...

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Entrar en El Sadar es montarse en una montaña rusa a medio construir. Emociones suicidas, barrenas, caídas, lipotimias o subidones de adrenalina en 90 minutos y con la garantía de que ningún viaje será igual que otro. Por ejemplo, si Osasuna se precia de tener una defensa hiperdesarrollada y magnánima, ayer el área de Sanzol estaba apagada o fuera de cobertura. El Albacete lo confirmó con dos tímidas aproximaciones, de patio de colegio, y se encontró con dos goles de regalo. Con el partido ganado en el minuto 40, el guardameta navarro y su incomunicación con la defensa propició una remontada que se antojaba injusta por los méritos de ambos conjuntos. Lo que sobre el cartel se presentaba como un partido de agonistas, de juego directo y primario, se convirtió en un mural de detalles barnizado con goles y emoción.

OSASUNA 3 - ALBACETE 2

Osasuna: Sanzol; Izquierdo, Cruchaga, Josetxo, Corrales; Puñal, Pablo García; Ortiz (David López, m. 63), Valdo, Moha (Delporte, m. 87): y Milosevic (Webó, m. 70).

Albacete: Valbuena; Gaspar, Rubén, Buades, Peña; Redondo, Álvaro (Viaud, m. 69), Jaime, Momo; Pacheco (Mikel, m. 79); y Rubén Castro (Francisco, m. 46).

Goles: 1-0. M. 20. Puñal empalma una espectacular volea. 2-0. M. 41. Valdo cabecea un pase de Pablo García. 2-1. Buades remata el saque de una falta lejana. 2-2. M. 51. Redondo se aprovecha de un fallo de Sanzol. 3-2. David López volea un mal despeje.

Árbitro: Velasco Carballo. Amonestó a Álvaro, Peña, Redondo, Pablo García, Cruchaga, Valdo y Josetxo. Expulsó a Mikel (m. 93).

13.500 espectadores en El Sadar.

A los obreros del césped, los que para saltar al campo se calzan el mono de faena desgastado en mil batallas, les dio por comportarse como diletantes del mejor fútbol. De esta forma, la primera parte se desarrolló marcada por los esfuerzos de 22 bregadores devenidos en fantasistas. Por ejemplo, Puñal, un mediocentro correoso, se marcó una volea antológica; Pablo García, que lleva el genotipo del arrabal uruguayo en la frente, centró de una manera magistral para que Valdo se luciese estirando su fibroso cuerpo de pantera, o Buades, uno de los centrales más rocosos y corpulentos de la Liga, que diseñó un cabezazo limpio y directo a las mallas defendidas por Sanzol.

Lo que la técnica pintó de una manera brillante durante los primeros 50 minutos, el segundo tanto del Albacete y los nervios consiguientes generados en ambos equipos se ocuparon de emborronarlo definitivamente. Los futbolistas se olvidaron del arte y del placer estético y se concentraron en enseñarse los colmillos y afilar los tacos para cercenar de cuajo cualquier intento de ataque. Y tuvo que ser sangre fresca, la del canterano David López, la que sacase a Osasuna del atolladero en el que sus errores defensivos le habían sumido. En su segundo minuto como jugador de Primera División, el centrocampista se aprovechó de un balón suelto en el borde del área y empalmó la pelota por bajo, justo por la cepa del poste, donde Valbuena nada pudo hacer.

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