Sólo el 2% de los hogares cambia de empresa eléctrica, según la CNE

Un año y medio después de que el Gobierno liberalizara los mercados de suministro de electricidad y gas los precios no se han reducido y la información sobre las ofertas de las empresas es deficiente. Por ello, los hogares descartan cambiar de compañía suministradora de forma masiva. Según datos de la Comisión Nacional de Energía (CNE), sólo el 2% de las familias ha hecho uso de esta nueva posibilidad de elección cambiando de proveedor de electricidad, cifra que alcanza el 12% de los clientes domésticos y comerciales de gas natural.

Además, el 82% de quienes han cambiado de compañía sum...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Un año y medio después de que el Gobierno liberalizara los mercados de suministro de electricidad y gas los precios no se han reducido y la información sobre las ofertas de las empresas es deficiente. Por ello, los hogares descartan cambiar de compañía suministradora de forma masiva. Según datos de la Comisión Nacional de Energía (CNE), sólo el 2% de las familias ha hecho uso de esta nueva posibilidad de elección cambiando de proveedor de electricidad, cifra que alcanza el 12% de los clientes domésticos y comerciales de gas natural.

Además, el 82% de quienes han cambiado de compañía suministradora de electricidad han contratado el servicio a una comercializadora que pertenece al grupo empresarial de su anterior distribuidor, proporción que en el mercado gasista asciende al 90%.

Estos datos demuestran que la medida que pretendía introducir la competencia en el sector energético y, con ella, sus positivas repercusiones (ampliar la posibilidad de elección del consumidor y abaratar los precios) no ha interesado a los ciudadanos. De todos modos, algo peculiar ocurre con la energía, ya que en la telefonía (que se liberalizó en 1999) el 41% de los clientes ha cambiado de operador en los dos últimos años. Y si se dirige la vista hacia otros servicios, el 34% de los usuarios han cambiado de entidad bancaria y el 30% lo ha hecho con el seguro de automóvil en los últimos cinco años.

El principal motivo de este desinterés es que la ventaja económica que podría suponer el cambio de proveedor de electricidad y gas es insuficiente para compensar la incomodidad que entrañan las gestiones a realizar y la incertidumbre ante la calidad y continuidad del servicio que podría prestar el nuevo proveedor.

En concreto, en el supuesto de un hogar medio (1.400 kwh de consumo en gas y 450 kwh en electricidad cada dos meses), el ahorro conjunto máximo equivaldría a 26 euros al año, y sólo si se contratan conjuntamente los dos servicios, según cálculos realizados por la revista Consumer.

Archivado En