ESCENARIOS

Animalario y David Serrano abren la sala pequeña del Alcalá a autores españoles vivos

David Serrano, guionista de El otro lado de la cama y director de Días de fútbol, se convierte desde esta noche en director artístico de la sala pequeña del Nuevo Teatro Alcalá, conocida como María Guerrero, donde se programarán sólo autores españoles vivos y jóvenes. "Tampoco vamos a ser fundamentalistas, y si hay algún madurito con una obra que nos gusté, será bien recibido", dice Serrano, que inaugura hoy la temporada con el provocador y exitoso grupo Animalario y la obra Últimas palabras de Copito de Nieve, de Juan Mayorga, dirigida por Andrés Lima.

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David Serrano, guionista de El otro lado de la cama y director de Días de fútbol, se convierte desde esta noche en director artístico de la sala pequeña del Nuevo Teatro Alcalá, conocida como María Guerrero, donde se programarán sólo autores españoles vivos y jóvenes. "Tampoco vamos a ser fundamentalistas, y si hay algún madurito con una obra que nos gusté, será bien recibido", dice Serrano, que inaugura hoy la temporada con el provocador y exitoso grupo Animalario y la obra Últimas palabras de Copito de Nieve, de Juan Mayorga, dirigida por Andrés Lima.

Desde hoy, el teatro comercial madrileño cuenta con una sala que dedicará toda su programación a obras de autores españoles vivos y fundamentalmente jóvenes. "Pero no seremos talibanes, estaremos abiertos a todo lo que sea bueno y tenga algo nuevo que decir, aun desde la madurez", afirma Serrano.

Todo empezó cuando Serrano quería producir la obra de título muy parkeriano (por Dorothy, claro), Te quiero, pero me agotas, de Secún de la Rosa y Pilar Castro. Se encontró en el camino con Ángel Suárez y José Manuel Lorenzo, montaron la productora Drive Teatro y acordaron con Cie Stage Holding coproducir espectáculos de mediano formato.

Todo se concretó aún más cuando se puso a Serrano al frente de la sala pequeña del Nuevo Teatro Alcalá: "Cuando la conocí, aluciné: es pequeñita, redonda, acondicionada, no da miedo entrar en el cuarto de baño, no hace calor..., la propuesta de hacer un ciclo les gustó y aquí estamos", dice este profesional de la escena que, como muchos de su generación, toca todos los palos saltando del teatro a la producción, del guión a la dirección, de la programación a la pura agitación cultural.

Tras triunfar como guionista de El otro lado de la cama y director y guionista de Días de fútbol, produjo una obra de Diego París, Arrabales de Nueva York, trabajó como ayudante de dirección de Andrés Lima y ahora acaba de escribir el musical de Mecano, Hoy no me puedo levantar, y está enzarzado en la segunda parte de la película El otro lado de la cama, que nuevamente dirigirá Emilio Martínez Lázaro. Para el año que viene tiene previsto dirigir su segunda película Encerrados en la mina, con un guión escrito junto con Alberto San Juan.

En principio, las obras que van a ser programadas en la sala pequeña del Nuevo Teatro de Alcalá se mueven en torno al mundo de la comedia: "Pero todas hablan de cosas muy serias.

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Tampoco se sabrá con anterioridad cuánto tiempo permanecerán en cartel, ya que eso lo decidirá el público. No obstante, se sabe qué obras vendrán después de Animalario y su Copito y que ninguna de ellas estará escrita o dirigida por David Serrano.

En principio la primera sería El Rincón de la borracha, de Secún de la Rosa. Luego Hoy es mi cumpleaños, de José Ramón Fernández, autor de demostrada solvencia y uno de los nuevos valores de la dramaturgia española, cuya obra dirigirá Luis Bermejo. El tercer montaje previsto sería Tren de mercancias, obra escrita a seis manos entre Juan Cavestany, Juan Mayorga y Alberto San Juan, con dirección de Andrés Lima; es decir, un producto del prestigiado Animalario. Y el año que viene ya se verá.

"Nos encantaría descubrir algún nuevo talento, abrir puertas a los que tienen algo nuevo que decir", dice Serrano, "vamos a intentar hacer teatro de calidad y divertido, sin caer en cutreces, monólogos extraños, obras chuscas, ni nada similar", y apostilla, "pero que nadie piense que por ir a una sala pequeña va a ver una castaña; todo lo contrario, pueden comprobarlo desde hoy mismo".

El joven programador, de 29 años, pretende que cuando alguien acuda a esta sala vea algo de calidad: "Algo que no pueden ver por ahí porque la programación teatral madrileña está realmente mal, se representan cosas espantosas, con las evidentes excepciones, pero faltan salas como ésta que apuesten por autores e ideas nuevas y contenidos diferentes", dice Serrano, quien se muestra entusiasmado con Últimas palabras de Copito, montaje al que califica de "inteligente, divertido y excepcional" en su texto, puesta en escena e interpretación.

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