Un lujo de novillada
Todo un lujo la novillada de Sánchez Arjona. Por fuera y por dentro; de forma y fondo. Aunque medidos de fuerzas, fueron incansables para la muleta, un regalo para los novilleros. Los que abrieron y cerraron plaza se defendieron en el primer tercio, una ligera protesta compensada luego en la muleta. Por fijeza y motor, el primero; por templado y clase, el segundo; por noble, el cuarto; por obediente, el quinto. Fueron las mejores virtudes sobre otras notables. El cuarto, premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre, recogió los honores de todos.
La respuesta sincera de los dos noville...
Todo un lujo la novillada de Sánchez Arjona. Por fuera y por dentro; de forma y fondo. Aunque medidos de fuerzas, fueron incansables para la muleta, un regalo para los novilleros. Los que abrieron y cerraron plaza se defendieron en el primer tercio, una ligera protesta compensada luego en la muleta. Por fijeza y motor, el primero; por templado y clase, el segundo; por noble, el cuarto; por obediente, el quinto. Fueron las mejores virtudes sobre otras notables. El cuarto, premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre, recogió los honores de todos.
La respuesta sincera de los dos novilleros se agradeció. Salvador Cortés ofreció oficio sobre todas las cosas. Las suyas fueron dos faenas limpias, también largas, aunque les faltó alma. Muletazos a destajo en sus dos novillos y una impresión de que con la izquierda siente más lo que hace. La primera faena de Ismael López tuvo regusto. No ocurrió lo mismo con el último, al no acoplarse por ningún lado. Andy Cartagena, provocativo y espectacular, clavó desigual y falló a la hora de matar.
Arjona / Cartagena, Cortés, López
Novillos de Sánchez Arjona, bien presentados y excelentes. Andy Cartagena: palmas. Salvador Cortés: oreja y dos orejas. Ismael López: dos orejas y vuelta. Plaza de Algemesí, 21 de septiembre. 4ª de feria. Lleno.