Victoria sin certezas
El Sevilla gana al Nacional de Madeira con un fútbol sin definir
Venció el Sevilla en su regreso a las competiciones europeas, pero con más dudas de las que merece. Salió el Sevilla pequeño, lastrado por las expectativas, encogido por un favoritismo allá donde compita que le obliga a cargar con el peso de los encuentros y de todo eso se aprovechó el Nacional para imponer su fútbol recio -cuatro amonestados en la primera mitad-. Pero hubo peores noticias.
Baptista jugó ayer como lo hacen los seleccionados por Brasil en los partidos a los que les obligan los fabricantes de sus camisetas. En la primera mitad, se fue al suelo al más mínimo roce con un co...
Venció el Sevilla en su regreso a las competiciones europeas, pero con más dudas de las que merece. Salió el Sevilla pequeño, lastrado por las expectativas, encogido por un favoritismo allá donde compita que le obliga a cargar con el peso de los encuentros y de todo eso se aprovechó el Nacional para imponer su fútbol recio -cuatro amonestados en la primera mitad-. Pero hubo peores noticias.
Baptista jugó ayer como lo hacen los seleccionados por Brasil en los partidos a los que les obligan los fabricantes de sus camisetas. En la primera mitad, se fue al suelo al más mínimo roce con un contrario y no cubrió ni la mitad del terreno que solía y que le hizo apetitoso para los clubes de toda Europa. Las bandas sevillistas están ahora más abiertas con llegada de Sales y Jesuli y el papel de media punta es aún más exigente en lo táctico y en lo físico, y el Sevilla no se puede permitir que el brasileño se convierta en un jugador que sólo espera a que llegue su jugada, la que repiten las televisiones y los agentes en los despachos de los clubes de postín. Fallo físico o anímico -está negociando la multiplicación de su salario-, el juego de Baptista no aporta lo que solía y obliga al equipo a redefinirse.
SEVILLA 2 - NACIONAL 0
Sevilla: Esteban; Sergio Ramos, Javi Navarro, Pablo Alfaro, David; Casquero, Martí; Fernando Sales (Jesús Navas, min. 59), Baptista, Jesuli (Antonio López, min. 49); y Darío Silva (Antoñito, min. 72).
Nacional de Madeira: Hilário; Patacas, Ávalos, Cardozo, Cleomir; Goulart (Gouveia, min. 82), Cléber, Fábio Santos (Bruno, min. 87), Serginho; Marcelo Pereira y Adriano (Ferreira, min. 70).
Goles: 1-0. M. 34. Baptista, a placer tras una jugada de Sales y Darío Silva.
2-0. M. 79. Sergio Ramos remata de cabeza el saque de una falta.j
Árbitro: Grezgorz Gilewski (Polonia). Amonestó a Serginho, Cléber, Patacas, Goulart y Alfaro.
Unos 40.000 espectadores en el Pizjuán.
El Nacional le comió el terreno a los de casa. Al principio a patada limpia y posteriormente ocupando el precioso terreno que dejaban sin ocupar los sevillistas entre sus alas, el doble pivote y el media punta.
Baptista marcó a placer tras un pase de Darío Silva, pero la situación no cambió. El Nacional siguió con más fe que calidad y el descanso fue todo un alivio. Jesuli y Sales siguen sin aportar la ponzoña que se esperaba y Joaquín Caparrós les quitó muy poco después del descanso.
El Sevilla se reconoció y jugó mejor. Las buenas noticias las trajo Jesús Navas. Con ganas de comerse el mundo, fintó, remató desde fuera del área, puso buenos centros a los delanteros... La cantera remató la faena con el gol de Sergio Ramos pero, entre cambio de actitudes y de dibujos, al Sevilla no le queda más remedio que seguir trabajando.