El PSOE tenía decidido desde el mes de julio el relevo de Caballos como portavoz parlamentario

La dirección regional transmitió al diputado mensajes para que renunciara al cargo

José Caballos, portavoz del PSOE en el Parlamento andaluz en los últimos diez años, dejó virtualmente de serlo al terminar el mes de julio. Tras el largo envite a Manuel Chaves, secretario general, durante los congresos federal, regional y provincial -de los que el sevillano salió derrotado-, la dirección andaluza acordó relevarle de la Cámara, pero se dio de plazo un mes para que el propio Caballos presentase su renuncia y, a partir de ahí, recomponer poco a poco las relaciones. "Le hicimos llegar el mensaje de la conveniencia de un gesto, sin embargo, su actitud ha sido la contraria", dice u...

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José Caballos, portavoz del PSOE en el Parlamento andaluz en los últimos diez años, dejó virtualmente de serlo al terminar el mes de julio. Tras el largo envite a Manuel Chaves, secretario general, durante los congresos federal, regional y provincial -de los que el sevillano salió derrotado-, la dirección andaluza acordó relevarle de la Cámara, pero se dio de plazo un mes para que el propio Caballos presentase su renuncia y, a partir de ahí, recomponer poco a poco las relaciones. "Le hicimos llegar el mensaje de la conveniencia de un gesto, sin embargo, su actitud ha sido la contraria", dice un destacado dirigente. Si él no se adelanta, el próximo viernes la ejecutiva regional le apartará del cargo.

A los diputados andaluces se les va a hacer muy raro no ver a José Caballos en todos los asuntos importantes del Parlamento autonómico. Han sido diez años de asistir a la Junta de Portavoces e intervenir en las reuniones de más alto nivel tanto de la Cámara como de su partido. De hecho, Caballos, de 50 años de edad, viene desempeñando un papel clave en el PSOE andaluz desde 1994, siempre presente en el núcleo decisorio de las estrategias de fuste.

La sorpresa sobrevino el pasado julio en los congresos federal y regional, en los que Caballos lanzó varios órdagos para alcanzar mayor protagonismo hasta entablar un pulso en toda regla con la dirección andaluza. Un mes antes, el todavía portavoz había pedido a Chaves y al secretario de Organización, Luis Pizarro, recuperar el número tres de Andalucía -perdido en el anterior congreso-, con la negativa de ambos como respuesta. Después vino el cónclave provincial, en el que, tras años de ejercer el control sin cargo, el político sevillano se midió con José Antonio Viera, apoyado por la ejecutiva regional. Se produjo la tercera derrota para Caballos.

Es entonces cuando la dirección andaluza toma la decisión en firme de aprovechar para apartarle del puesto la norma de los estatutos que establece que la ejecutiva debe pronunciarse sobre la portavocía de la Cámara tras cada congreso. Según fuentes de la ejecutiva, resultaba impensable mantener de presidente-portavoz a alguien que había "perdido la confianza". "No se puede entender que quien ha sometido al partido a tanta tensión esté al frente del grupo", señaló un dirigente, quien agregó otros argumentos: "¿Cómo se va a dar pábulo a los comentarios maliciosos de la oposición de que Caballos sigue porque sabe mucho y no hemos podido quitarlo? Él ha sido perfectamente consciente de que no había vuelta atrás".

Este mismo dirigente explicó que se plantearon dos posiciones en la dirección: los que querían relevar a Caballos antes de las vacaciones, es decir, al acabar julio, e iniciar el curso político con el problema resuelto; y los que pensaban que era mejor dar a Caballos un margen para que él mismo presentara su renuncia e ir recomponiendo después las relaciones. Ganó la segunda opción y, a través de terceros, según aseguró la citada fuente, durante el mes de agosto se le han hecho llegar mensajes en este sentido. También se le ofreció la posibilidad de remitir un carta al secretario general que sirviera de punto de retorno. "Lejos de hacer un gesto, se ha dedicado a intrigar", sentenció este dirigente.

Las "intrigas" a las que se refiere son dos intentos de convocar reuniones para reorganizar la oposición a Viera, el nuevo secretario provincial, quien ha dimitido como delegado del Gobierno en Andalucía para estar más encima del partido. Ambas reuniones tuvieron que ser suspendidas por falta de quórum.

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Intervención de Navarrete

Fuentes del partido aseguran que fue Luis Navarrete, ex secretario provincial y hombre hasta ahora muy cercano a Caballos, quien desactivó las dos convocatorias, ya que, tras el congreso provincial, en el que acompañó a Caballos en su candidatura, Navarrete se ha ido alejando de la estrategia de Caballos. Ha aceptado presidir la Caja San Fernando y dejar las riendas de la Diputación sevillana a Fernando Rodríguez Villalobos, vicesecretario de la ejecutiva de Viera. Pese a que desde el PSOE andaluz se asegura que la elección de Navarrete para San Fernando responde a su apuesta decidida por la fusión con El Monte y sus buenas relaciones con los sindicatos, no se oculta que es una "operación interesante" para abortar cualquier tentación de Caballos de maniobrar contra Viera. "Es un hecho que ya carece de apoyos de peso en el Ayuntamiento de Sevilla y ahora, también en la Diputación".

Caballos rechazó ayer hacer declaraciones a través de una persona de su entorno, quien sí confirmó que en todo este tiempo no se ha producido ningún contacto formal o informal entre el portavoz y la dirección.

Si el portavoz no se adelanta, la ejecutiva andaluza, que se reunirá el viernes próximo, le relevará en el puesto.

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