Reportaje:Atenas 2004 | VELA Y NATACIÓN SINCRONIZADA

Las lágrimas de una sirena

Mengual, Tirados y todo el equipo español se quejan de que los jueces les perjudican en favor de EE UU

Apoyada en una valla, rodeada de micrófonos, con la piel de gallina por el frío y la rabia, Gemma Mengual rompió a llorar. Inconsolable, derrotada, derramó una lágrima tras otra hasta que, en un respiro, alcanzó a articular: "Ha sido un robo". Como a Paola Tirados, su compañera en el dúo de sincronizada, y Anna Tarrés, la seleccionadora nacional, la puntuación con la que los jueces habían calificado la coreografía que acababan de interpretar las había dejado heladas y furiosas.

"¡Es un robo a mano armada!", clamó Tarrés con la claridad y el genio que la caracteriza nada más llegar a la ...

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Apoyada en una valla, rodeada de micrófonos, con la piel de gallina por el frío y la rabia, Gemma Mengual rompió a llorar. Inconsolable, derrotada, derramó una lágrima tras otra hasta que, en un respiro, alcanzó a articular: "Ha sido un robo". Como a Paola Tirados, su compañera en el dúo de sincronizada, y Anna Tarrés, la seleccionadora nacional, la puntuación con la que los jueces habían calificado la coreografía que acababan de interpretar las había dejado heladas y furiosas.

"¡Es un robo a mano armada!", clamó Tarrés con la claridad y el genio que la caracteriza nada más llegar a la zona mixta mientras Mengual seguía llorando y Tirados era incapaz de mudar su cara de asombro. "Es incomprensible. No hay ninguna explicación para una nota tan baja", prosiguió la seleccionadora; "hace tiempo que nuestra impresión artística no baja del 9,7". Todas las jueces, como si se hubieran confabulado, habían concedido unánimemente un 9,6 a la impresión artística del ejercicio de las sirenas españolas. Total, con la parte técnica, 96,084, una puntuación que, aunque momentáneamente las situaba en segunda posición, acabaría relegándolas a la cuarta. Fuera del podio. A un paso de las medallas, si la cosa no cambia hoy.

El asunto se ha convertido en una cuestión casi política. Como ya sucedió en los Mundiales de Barcelona el año pasado, España se juega el bronce con Estados Unidos, poderosa y antigua potencia de la sincronizada. Pero, a diferencia de lo que sucedió entonces, en Atenas parece que alguien se ha empeñado en volver las cosas a la situación anterior. O eso es, al menos, lo que sospechan y denuncian las españolas. "Estoy muy decepcionada. No puedo encontrar ninguna explicación. Hemos nadado muy bien", decía Tirados, la más serena de todas; "sólo puede ser una cuestión de política: Estados Unidos es una gran potencia y alguien se ha empeñado en que en estos Juegos no pierda su poder".

Mengual, entre micrófonos y teléfonos móviles, seguía estupefacta. Con los ojos rojos, el gesto inconsolable, la rabia a flor de piel. "Si no sacamos medalla será porque nos la han robado", insistió; "estoy absolutamente frustrada. Para una vez que veníamos convencidas de que íbamos a subir al podio van y nos hacen esto. Es injusto e inadmisible".

Las quejas del equipo español se arrastraban ya desde la víspera, cuando en el ejercicio técnico también habían quedado por detrás de Estados Unidos, algo que no sucedía desde el Mundial. Aunque la cosa puede cambiar hoy, cuando se lancen de nuevo a la piscina para disputar la final, el pesimismo se ha apoderado del dúo español. Están convencidas de que existe un complot y de que nada va a cambiar.

Mengual y Tirados, ayer, en el ejercicio de rutina.EFE

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