FÓRUM DE BARCELONA | Espectáculos

'Botellón' en el césped

El ambiente festivo del sábado por la noche también se palpó en las tres discotecas que se instalaron en el puerto, donde sonaron ritmos que abarcaban desde el house más descafeinado hasta el Mariacaipirinha de Carlinhos Brown, que ya se ha convertido en el himno del Fórum. En una de las barras, César, uno de los camareros, repartía bebidas entre los asistentes. Por primera vez, manifestó, se dispensaban cubatas de vodka, ginebra y whisky. María, una barcelonesa que participó en el Festival Mundial de la Juventud, recogía uno. "La verdad es que el ambiente está siendo exce...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El ambiente festivo del sábado por la noche también se palpó en las tres discotecas que se instalaron en el puerto, donde sonaron ritmos que abarcaban desde el house más descafeinado hasta el Mariacaipirinha de Carlinhos Brown, que ya se ha convertido en el himno del Fórum. En una de las barras, César, uno de los camareros, repartía bebidas entre los asistentes. Por primera vez, manifestó, se dispensaban cubatas de vodka, ginebra y whisky. María, una barcelonesa que participó en el Festival Mundial de la Juventud, recogía uno. "La verdad es que el ambiente está siendo excelente", celebró.

Los jóvenes del festival pronto aparecieron con el material necesario para hacer un buen botellón. Cargaban con garrafas de vino, potes de sangría y botellas de cerveza que trasladaban hasta el césped del escenario de la Marina, donde a la 1.30 horas arrancó el concierto de Orishas. Sergei, un chico congoleño que vive en Marruecos, se mostró entusiasmado con la fiesta barcelonesa, aunque lamentó que los contenidos del evento no habían estado a la altura de las expectativas. "Lo que peor me sabe es que cerca de 2.500 jóvenes africanos no hayan podido asistir porque se les ha denegado el visado. He hablado con varias asociaciones y me han trasladado su decepción", apuntó.

El recinto donde se celebraba el concierto estaba a reventar. Diez minutos después de que empezara, todavía había una gran cola esperando para entrar. "Es que no van a caber todos, y lo peor es que la mayoría de la gente no está aquí, sino en el camino", aseguró un tanto desbordada una trabajadora. Tras la embriaguez por la gran asistencia, el Fórum volvió a presentar ayer el aspecto severo y calmado de toda mañana calurosa de verano.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Sobre la firma

Archivado En