El gran desafío olímpico
Los Juegos arrancaron ayer en Atenas, cuna del movimiento olímpico, cargados de simbolismo y con dos desafíos por delante: la seguridad, más amenazada que nunca tras el 11-S, y el dopaje, la gran lacra del deporte. Dos retos a los que se enfrentan no sólo los organizadores y el Comité Olímpico Internacional (COI), sino los 11.600 atletas de 202 países que hasta el día 29 concitarán la atención del planeta. La ceremonia de apertura, elegante y sin excesos, estuvo precedida por un hecho inquietante: el COI aplazó al lunes su decisión sobre el ídolo griego, el velocista Kostas Kenteris, al que co...
Los Juegos arrancaron ayer en Atenas, cuna del movimiento olímpico, cargados de simbolismo y con dos desafíos por delante: la seguridad, más amenazada que nunca tras el 11-S, y el dopaje, la gran lacra del deporte. Dos retos a los que se enfrentan no sólo los organizadores y el Comité Olímpico Internacional (COI), sino los 11.600 atletas de 202 países que hasta el día 29 concitarán la atención del planeta. La ceremonia de apertura, elegante y sin excesos, estuvo precedida por un hecho inquietante: el COI aplazó al lunes su decisión sobre el ídolo griego, el velocista Kostas Kenteris, al que concedió una medida de gracia pese a no presentarse el jueves a un control antidopaje. En el plano competitivo, los Juegos se inician hoy con la natación y sus grandes estrellas -Phelps y Thorpe- y la primera gran opción de medalla de España: el ciclismo
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