Entre satisfacción y frustración
Muchos fibers daban ya muestras de cansancio, unos nubarrones acechaban el recinto con la intención de estropear el último día del FIB 2004 y un atasco en la carretera N-340 retrasaba la llegada de los organizadores del festival, Miguel y José Morán, a la zona de conciertos. "Frustrados" por la repentina caída del cartel de Morrisey, que había de actuar el sábado, pero "satisfechos" por la "normalidad fantástica" del fin de semana, los hermanos Morán ofrecieron los primeros datos oficiales de asistencia, con una media de más de 30.000 personas diarias, de las que
el 30% han sido ...
Muchos fibers daban ya muestras de cansancio, unos nubarrones acechaban el recinto con la intención de estropear el último día del FIB 2004 y un atasco en la carretera N-340 retrasaba la llegada de los organizadores del festival, Miguel y José Morán, a la zona de conciertos. "Frustrados" por la repentina caída del cartel de Morrisey, que había de actuar el sábado, pero "satisfechos" por la "normalidad fantástica" del fin de semana, los hermanos Morán ofrecieron los primeros datos oficiales de asistencia, con una media de más de 30.000 personas diarias, de las que
el 30% han sido extranjeros. El sábado fue el día
de mayor concurrencia, con 34.000 personas, mientras que el viernes otras 30.000 accedieron al recinto. Unos datos muy similares a los del año pasado, pese a que ésta había de ser una edición de especial incidencia por la celebración del décimo aniversario del FIB. "Diez años de festivales nos han dado estabilidad en el número de asistentes y en la calidad de los artistas", dijo José Morán.