Atenas 2004

Los negocios deportivos

Tiriac, ex tenista, y Acosta, presidente del voleibol, ejemplos de cómo sumar dividendos

Uno es popularmente conocido, pues llenó una etapa del tenis. El otro sólo lo es en el voleibol, un deporte que, sin duda, ha crecido bajo su mandato. Pero ambos son dos personajes muy particulares del negocio deportivo que han vuelto a ser noticia en Atenas. Se trata del rumano Ion Tiriac, viejo compañero de dobles de Ilie Nastase, y del mexicano Rubén Acosta, presidente de la Federación Internacional de Voleibol.

Tras su etapa de tenista en activo, Tiriac se ha abierto todos los caminos para sacar rentabilidad al deporte. Promotor de competiciones, ha hecho caja hasta con el Ayuntamie...

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Uno es popularmente conocido, pues llenó una etapa del tenis. El otro sólo lo es en el voleibol, un deporte que, sin duda, ha crecido bajo su mandato. Pero ambos son dos personajes muy particulares del negocio deportivo que han vuelto a ser noticia en Atenas. Se trata del rumano Ion Tiriac, viejo compañero de dobles de Ilie Nastase, y del mexicano Rubén Acosta, presidente de la Federación Internacional de Voleibol.

Tras su etapa de tenista en activo, Tiriac se ha abierto todos los caminos para sacar rentabilidad al deporte. Promotor de competiciones, ha hecho caja hasta con el Ayuntamiento de Madrid y la candidatura para los Juegos de 2012, que le compró los derechos del Masters de tenis, una de las competiciones organizadas dentro del lógico rodaje de una sede tan bien encaminada. En el campo directivo, el melenudo y bigotudo ex jugador consiguió ser elegido presidente del comité olímpico de su país -Nastase se fue por la política y la alcaldía de Bucarest- y con gestos como el que acaba de tener no se duda que se postula para próximo miembro del COI. De momento, tendrá que esperar porque no entrará ninguno en la Sesión que se inaugura hoy.

La comisión ejecutiva dio la razón a Tiriac al rechazar la protesta de la Federación Rumana de Atletismo por el hecho de que su comité nacional no inscribía para los Juegos a tres Mihaela Melinte, Claudia Iovan y Ana Tirele Termure, condenadas por dopaje, pero que ya habían cumplido sus sanciones. Tiriac, en su campaña de limpieza, había conseguido aprobar que no inscribiría para los Juegos a ningún deportista que hubiera dado un solo positivo. Juró hacerlo tras pasar en Sidney 2000 la vergüenza de que su pequeña gimnasta Andrea Raducan perdiera la medalla de oro en el concurso general por un supuesto descuido del médico al darle una medicina que contenía una sustancia prohibida.

Y, mientras Tiriac sube, Acosta, el hombre que ha hecho desde hace años del voleibol su trabajo y su negocio personal, ha bajado hasta cerrarse definitivamente las puertas del COI. Tras ser elegido miembro en 2000, se fue el pasado mayo, durante el corte de las ciudades candidatas a los Juegos de 2012. Lo hizo porque no le admitió la comisión ejecutiva una carta en la que pedía la exculpación inmediata sobre sus manejos financieros. Tras su dimisión, la comisión de ética no seguirá investigando ya las cuentas de la federación internacional (FIVB) como había recomendado, pero la resolución aprobada ahora no tiene desperdicio, con una carga de profundidad llena de sospecha sobre el presidente: "Se conmina a la FIVB a respetar los principios de la Carta Olímpica, en particular en lo referente al uso de los recursos olímpicos, y le recuerda que el dinero del deporte debe ir para el deporte".

Acosta controla los beneficios publicitarios de los múltiples torneos que ha creado -Copas del Mundo y Ligas Mundiales, por ejemplo, aparte de los Campeonatos del Mundo y los Juegos- y suspendió incluso al presidente de la federación argentina tras los Mundiales disputados en su país porque se quiso quedar con ellos. Para empezar, la sede de la FIVB en Lausana, situada en un palacete, fue comprada a la familia de su esposa.

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