Las milicias chiíes reanudan la guerra abierta en Irak

Los radicales derriban un helicóptero de EE UU y llaman a la "revolución"

Las milicias chiíes del clérigo radical Múqtada al Sáder reanudaron ayer la guerra abierta contra las tropas de EE UU en la ciudad santa de Nayaf, donde se registraron fieros combates con un saldo de 19 muertos, decenas de heridos y un helicóptero estadounidense derribado. El líder radical llamó a "la revolución contra las tropas de ocupación". Las milicias aseguran tener el control de cuatro ciudades del sur de Irak. El Gobierno interino iraquí, que afronta su peor desafío desde que llegó al poder a finales de junio, lo negó.

Después de dos meses de una frágil tregua en algunas ciudade...

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Las milicias chiíes del clérigo radical Múqtada al Sáder reanudaron ayer la guerra abierta contra las tropas de EE UU en la ciudad santa de Nayaf, donde se registraron fieros combates con un saldo de 19 muertos, decenas de heridos y un helicóptero estadounidense derribado. El líder radical llamó a "la revolución contra las tropas de ocupación". Las milicias aseguran tener el control de cuatro ciudades del sur de Irak. El Gobierno interino iraquí, que afronta su peor desafío desde que llegó al poder a finales de junio, lo negó.

Después de dos meses de una frágil tregua en algunas ciudades chiíes de Irak, las milicias de Al Sáder desencadenaron ayer una ofensiva a gran escala contra las tropas de EE UU. Fueron los combates más intensos desde la sangrienta sublevación del pasado mes de abril. Tanto los altos mandos estadounidenses como los radicales chiíes se culparon mutuamente de haber roto el alto el fuego. Según algunos testimonios, el Ejército de EE UU se vio obligado a utilizar la aviación para bombardear reductos de los rebeldes en el centro de Nayaf. Entretanto, los megáfonos de las mezquitas de esta ciudad santa llamaban a los vecinos a tomar las armas contra los ocupantes.

En Basora, la segunda ciudad de Irak, que está bajo vigilancia de los británicos, las milicias chiíes hicieron un llamamiento a la guerra santa tras la detención de cuatro de sus seguidores. Los ataques de la resistencia se extendieron también a Mahawil, a 120 kilómetros al norte de Nayaf, donde la explosión de un coche bomba causó seis muertos, y a Al Mussayaf, al sur, donde dos capitanes de la policía iraquí fueron acribillados en una emboscada.

Los estallidos de violencia también alcanzan a los extranjeros secuestrados, y un camionero turco que trabajaba para las tropas de EE UU fue asesinado a unos cien kilómetros al norte de Bagdad.

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