El hijo mayor de Camarón recoge la herencia de su padre

Con la mitomanía que envuelve todo lo que rodea la figura de Camarón de la Isla se comprende que la voz de Luis Monge, de 25 años, hijo mayor del cantaor, sonara con un ligero temblor ayer por la mañana. "Ahí estamos", balbuceó con humildad al teléfono, horas antes de su debut, en un parque de Algeciras, para presentar su disco, De buena rama. Familia Camarón, con el que prácticamente se estrena también en el mundo de la música acompañado al cante de su cuñado Nené -José Heredia- y de su primo Rodo -Luis Monge-. Como cabeza de cartel se anunciaba la actuación del cantaor Diego Carrasco ...

Con la mitomanía que envuelve todo lo que rodea la figura de Camarón de la Isla se comprende que la voz de Luis Monge, de 25 años, hijo mayor del cantaor, sonara con un ligero temblor ayer por la mañana. "Ahí estamos", balbuceó con humildad al teléfono, horas antes de su debut, en un parque de Algeciras, para presentar su disco, De buena rama. Familia Camarón, con el que prácticamente se estrena también en el mundo de la música acompañado al cante de su cuñado Nené -José Heredia- y de su primo Rodo -Luis Monge-. Como cabeza de cartel se anunciaba la actuación del cantaor Diego Carrasco y entre el público, arropándolos, se esperaba anoche la presencia de buena parte del clan Camarón.

De buena rama, nombre del grupo y título del disco, es el resultado de muchos meses de dudas, reflexión y años de trabajo. Camarón quería que estudiara pero Luis Monge acabó desde bien chiquito enganchado a una guitarra: "Me decía que la vida de los artistas era muy sacrificada, que había que viajar mucho". Fue su madre, Dolores Montoya, Chispa, como la conocen en familia, quien tomó al niño de la mano y lo llevó una mañana a casa del maestro Juan Mesa, en la localidad de La Línea, para que le enseñara las primeras notas. El hijo mayor de Camarón debía de tener cinco o seis años, ahora no lo recuerda con exactitud, pero el guitarrista sí tiene claro que las primeras lecciones fueron para ayudarle "a colocar los dedos y luego me fui arreglando".

En la casa de sus padres "se vivía el flamenco" y Luis Monge quería formar parte de algo que había mamado desde bien chico. Pese a que hubiera preferido otro destino, su hijo cuenta que Camarón acabó aceptando de buen grado sus inicios en la profesión y que hablaba de ello con orgullo ante los amigos.

Las nueve canciones del disco nada tienen que ver con la herencia paterna. De buena rama parece más influido por Ketama que por el cante rasgao de Camarón. Suena a flamenco-fusión: un poco de pop, algo de jazz y un toque de nostalgia con una canción inédita de Jeros -el de enmedio de Los Chichos-, padre de Chaboli, que ha ejercido como productor del disco. Todo queda entre la gran familia del flamenco. De buena rama cuenta también con la colaboración de músicos como Ludovico Vagnone y la voz de Niña Pastori, que acompaña a Nené en Dos hierros, uno de los temas más puristas del álbum.

Luis Monge ha vivido siempre muy apegado a su madre, que "se entretiene" desde que falleció su marido atendiendo una mercería en La Línea. El guitarrista comparte con ella el mismo piso, aunque en casas separadas. También la acompaña en algunos de los actos sociales en los que se requiere la presencia de la familia, aunque su timidez le impide comparecer en público tanto como lo requiere la promoción de los discos de Camarón, convertido con el paso de los años en un filón discográfico y una leyenda que no parece agotarse. Luis Monge, sin embargo, se muestra entregado con todo lo que tiene que ver con la obra de su progenitor. Recientemente ha participado en la recopilación de 33 canciones de su padre, en un triple CD antológico, titulado Alma y corazón flamencos, que se remezcló en los míticos estudios londinenses de Abbey Road.

Luis Monge participó personalmente con Naím Gómez Escolar en la selección de las canciones de Camarón. "No modificamos la obra, sino que aprovechamos la tecnología para darle un sonido distinto partiendo de las bases origínales", aclara Monge que disfrutó de lo lindo con este trabajo. "Las cintas grabadas originalmente contenían, además de la música y las canciones, la voz de mi padre hablando con los músicos y se escuchaba su risa. Para mí fue muy emocionante recuperarle de esa manera". El disco, lanzado el pasado marzo, tendrá una continuación en los próximos meses hasta completar la discografía del gran cantaor.

Como su padre, el guitarrista disfruta con la música de Paco de Lucía, al que confiesa haber visto dos veces en lo que va de verano en la gira que realiza por España.