Carlos Sainz, plusmarquista de victorias

Carlos Sainz (Citroen) rompió una racha de 503 días sin victorias y al ganar ayer el rally de Argentina por tercera vez en su carrera -lo había hecho en 1991 y en 2002- se convirtió en el piloto con más triunfos de la historia, 26, superando en uno al británico Colin McRae, al que había igualado la temporada pasada cuando venció en Turquía.

Tras la disputa de los 26 tramos de la prueba argentina, octava del Mundial, prácticamente el ecuador del campeonato, el piloto madrileño aventajó en 1 minuto y 32 segundos a su compañero de equipo, el francés Sebastian Loeb, que sigue siendo el líde...

Carlos Sainz (Citroen) rompió una racha de 503 días sin victorias y al ganar ayer el rally de Argentina por tercera vez en su carrera -lo había hecho en 1991 y en 2002- se convirtió en el piloto con más triunfos de la historia, 26, superando en uno al británico Colin McRae, al que había igualado la temporada pasada cuando venció en Turquía.

Tras la disputa de los 26 tramos de la prueba argentina, octava del Mundial, prácticamente el ecuador del campeonato, el piloto madrileño aventajó en 1 minuto y 32 segundos a su compañero de equipo, el francés Sebastian Loeb, que sigue siendo el líder del Mundial.

El piloto madrileño ocupó la segunda plaza del rally hasta el decimoctavo tramo del penúltimo día tras Marcus Gronholm (Peugeot), uno de sus grandes rivales habituales. Pero en el decimonoveno especial, el finlandés se salió de la ruta, rompió una rueda y Sainz aprovechó la situación para ponerse en cabeza y no dejarla escapar.

Ayer, en la última jornada, tras seguir líder en la jornada matinal, se mostró muy seguro, sin cometer errores en los dos últimos tramos de la jornada, pese a lo complicado del trazado. Se limitó a conservar su ventaja, aunque incluso la amplió en dos segundos sobre Loeb. La táctica de equipo también fue clara de no arriesgar lo que podía ser para la marca unos magníficos primer y segundo puestos. Ambos tenían una diferencia muy cómoda sobre el resto de rivales en un terreno que había pasado duras facturas. Por ejemplo al estonio Markko Martin, que destrozó su Ford y acabó con su copiloto en el hospital.

Precisamente tras los dos hombres de Citroen se colocó tercero ayer el otro piloto de Ford, el belga François Duval, a más de cuatro minutos de Sainz, mientras que el finlandés Harri Rovanpera (Peugeot), que marcó tres mejores tiempos en tramos de ayer, los especiales 23, 25 y 26, acabó quinto, por detrás de su compatriota Mikko Hirvonen (Subaru).

En el Mundial, Loeb suma 61 puntos y sigue como líder destacado, con el noruego Petter Solberg (Subaru) en la segunda posición, con 44, y el estonio Marko Martin, que junto a Sainz van empatados a 34 puntos.

El piloto español, marcado por la mala suerte en muchos momentos de su carrera -abandonó en 44 carreras, 35 por avería y 11 por accidente, de las 187 en que participó-, ha demostrado nuevamente su calidad 18 años después de su debut en 1987 en los Mundiales, que ganó en 1990 y 1992. Pese a sus títulos, a los que sumó cinco subcampeontos, Sainz ha parecido siempre reflejar más cara al público más derrotas que victorias, pero en el reducido Mundial de los rallies, con tantos nombres legendarios, su permanencia en la élite le avala. Y con victorias en todos los terrenos, los helados de Montecarlo o Finlandia, la tierra griega del Acrópolis o Argentina, o el asfalto de Córcega.

Esta temporada, en su segundo año con Citroen, había vuelto a empezar mal y se encontraba en su mitad a 29 puntos del líder del Mundial, su compañero de equipo, el francés Sebastien Loeb. De todas formas, se había subido ya dos veces a los podios, al ser tercero en México y Chipre.