Maestro aventajado

El guitarrista José Fernández Torres, Tomatito, impartió ayer una lección magistral a un grupo de jóvenes que empiezan su carrera, a quienes aconsejó que pasen por el conservatorio y aprendan "música y flamenco", para que no padezcan las fatigas que sufrió él para sobrevivir, afinando el oído en la escuela de la calle, escuchando a otros, como buen autodidacta. En el ábside de la antigua iglesia románica de San Juan de los Caballeros, en la capital segoviana, chicas y chicos le hicieron corro para no perderse un detalle, mientras el que fuera acompañante e inseparable amigo de ...

El guitarrista José Fernández Torres, Tomatito, impartió ayer una lección magistral a un grupo de jóvenes que empiezan su carrera, a quienes aconsejó que pasen por el conservatorio y aprendan "música y flamenco", para que no padezcan las fatigas que sufrió él para sobrevivir, afinando el oído en la escuela de la calle, escuchando a otros, como buen autodidacta. En el ábside de la antigua iglesia románica de San Juan de los Caballeros, en la capital segoviana, chicas y chicos le hicieron corro para no perderse un detalle, mientras el que fuera acompañante e inseparable amigo de José Monge, Camarón, reconocía ante los periodistas que le gusta más que le digan que suena a gitano que a flamenco, "porque hay que honrar al padre y a la madre". En el marco del Festival Internacional de Segovia, dirigido por Emilio Hernández, Tomatito ofrece hoy un espectáculo con la Orquesta de Córdoba, bajo la batuta de Enric Palomar, en una experiencia con la que está encantado, sobre todo porque dice que le sirve para "estar joven de mente para la música". Además, incluirá el estreno de Atocha, en recuerdo y homenaje a las víctimas del 11-M, una pieza que sólo se podrá escuchar una vez, porque no la repetirá. El artista trata de expresar su sufrimiento y solidaridad, "que lo llevo dentro", pero no quiere que el público pueda pensar que intenta aprovecharse de las circunstancias. Será música para una sola vez.